Los 6 imprescindibles de Georgia que no te puedes perder
Georgia es un pequeño país del Cáucaso en la región de Eurasia de escasos 4 millones de habitantes. Es un país pequeño pero con una historia grande. Aquí podrás hacer senderismo por sus miles de rutas entre cientos de iglesias centenarias salpicadas aquí y allá y a lo largo de las majestuosas montañas del Cáucaso. Georgia es el tercer país del mundo más antiguo convertido al cristianismo, por lo que aquí verás increíbles monasterios e iglesias labradas en la montaña hace siglos, y verás el deseo del presente de un país que se quiere acercar a Europa, pero con un pasado oriental que todavía conserva en algunas zonas de su territorio. En definitiva, Georgia es un destino que no te puedes perder, y a continuación te comentamos cuáles son esos 6 lugares que deberían de estar en tu lista sí o sí.
6. Gori
Casa de Stalin envuelta en un enorme museo
Para los amantes de la historia moderna, os encantará saber que en este pequeño pueblo georgiano, Gori, nació uno de los mayores dictadores de los últimos tiempos: Joseph Stalin. Quedan pocos lugares hoy en día en el mundo donde uno se puede encontrar con estatuas en lugares públicos de este personaje histórico, así como una avenida importante que lleve su nombre. Aquí encontrarás un museo de dimensiones colosales (al más puro estilo soviético) con toda la vida de Stalin. Verás también su vagón de tren personal que utilizaba para sus viajes y, cómo no, miles de recuerdos nostálgicos de época comunista en la tiendita del museo.
5. Vardzia
Iglesia de la Asunción en el Monasterio de Vardzia
Vardzia, el monasterio de piedra. Se dice que este lugar comenzó a ser excavado por el rey Giorgi III con objetivos militares entre 1184 y 1186, pero sería su nieta, la futura reina Tamara, quien ampliaría las cámaras y lo convertiría en un monasterio. En esta época Georgia se encontraba en su cúspide en cuanto al arte, ciencia y literatura se refiere. La reina Tamara fue la soberana más poderosa que Georgia haya conocido jamás. Esta ciudad-monasterio fue construida así pensando que la gente estaría a salvo en caso de un ataque de los mongoles. En sus años de esplender aquí había 13 iglesias, 25 bodegas de vino, y hasta 2.000 habitaciones para la gente y monjes, ¡y todo tallado en la montaña! ¿Te animas a explorar este rincón de Georgia?
4. Akhaltsikhe
Fortaleza Rabati del siglo XIII
Akhaltsikhe es una pequeña ciudad fundada en el siglo IX por Guaram Mampal, hijo del rey Tao, según nos cuentan las crónicas georgianas. El principal atractivo de esta ciudad es su fortaleza, llamada Rabati (“lugar fortificado” en árabe). Los orígenes de esta fortaleza son inciertos, aunque está bien documentado que la familia Djakeli construyó en este mismo lugar su fortaleza real en el siglo XIII. La fortaleza Rabati sería el hogar de los Djakeli durante 300 años. Esta fortaleza ha sido destruida y reconstruida por diferentes ejércitos de distintas culturas y religiones durante sus largos siglos de historia. Esto hace que sus 7 hectáreas de intramuros sea un interesante collage arquitectónico tal como lo atestiguan su mezquita, sinagoga e iglesia que están por dentro. En el siglo XX esta fortaleza y todo el pueblo estuvieron prácticamente abandonados. El motivo es que era la Guerra Fría, Georgia pertenecía a la Unión Soviética y Turquía a la OTAN. Así que, debido al cierre de fronteras entre estos 2 enemigos, el lugar quedó en el olvido. Afortunadamente después de la disolución de la Unión Soviética la vida está volviendo a esta zona de Georgia, y con ella la reconstrucción de su fortaleza para poderla admirar hoy en día.
3. Davit Gareja
Celdas de los monjes en el monasterio de Lavra, Davit Gareja
Davit Gareja es un complejo monástico cristiano del siglo VI donde podrás disfrutar principalmente de 2 sitios. Uno de ellos es el monasterio de Lavra. Ahí podrás ver la capilla de la Resurección y las habitaciones de monjes talladas en una singular roca. El otro es Udabno, que son una serie de iglesias rupestres cuyas paredes están pintadas con algunas de las mejores obras cristianas de época medieval de toda Georgia. Este lugar tan inhóspito no siempre ha sido un remanso de paz; fue por aquí donde en 1615 el ejército persa masacró a los 6.000 monjes que aquí habitaban. Y en plena época de Guerra Fría es aquí donde entrenaban los soldados soviéticos que irían a ser enviados a Afganistán. Hoy en día, la geopolítica ha querido volver a hacer un estrago más en Davit Gareja, y éste se encuentra dividido por la frontera entre Georgia y Azerbaiyán; así que, si todo está con tranquilidad durante tu viaje, seguramente podrás visitar la totalidad del complejo sin ningún problema.
2. Tiblisi
Centro histórico de Tiblisi con la fortaleza Narikala de fondo
Tiblisi es la capital de Georgia. Aquí necesitarás al menos 2 días para verlo todo, y es que desde el siglo IV d.C. esta ciudad se ha ido llenando de las iglesias más antiguas del mundo cristiano, alguna mezquita, baños árabes, una fortaleza y un sin fin de cosas más que ver. Atrás han quedado esos tiempos donde se escuchaba el llamado a la oración desde los minaretes de las mezquitas, cuando Tiblisi era el emirato árabe al-Tefelis. Hoy en día la capital es una ciudad vibrante con decenas de cafés, bares y pequeños rincones que no te decepcionarán.
1. Mestia
Torres medievales de Mestia
Definitivamente Mestia tenía que ser el primer lugar de esta lista. Es un paraje único con un pueblo lleno de torres medievales defensivas (antiguamente había una torre por casa) enclavado en un bucólico entorno entre las montañas del Cáucaso. Desde aquí podrás hacer excursiones a los picos de montañas nevadas, a lagos y glaciares. Podrás hacer excursiones de tan solo unas horas o de días, atravesando las montañas mientras exploras los otros pueblos de la zona, cada uno también con sus decenas de torres defensivas. ¡Mestia es un destino que definitivamente no puede faltar en tu viaje a Georgia!
Los 7 imprescindibles de Uzbekistán que no te puedes perder
Aunque Gengis Kan hubiera pasado por aquí y hubiera derrumbado, quemado, saqueado y destruido casi todo por donde él pasó, esta región del mundo resulta sumamente fascinante por todos los pueblos que han pasado y dejado huella sobre ella, como por su rica historia de la Ruta de la Seda, por las imponentes madrazas y mezquitas de azulejos lapislázuli, por las impresionantes fortalezas llamadas Qalas del desierto, ¿y por qué no? también por la herencia más reciente que nos ha dejado su historia soviética, cuando estos países se convirtieron en parte de las 15 repúblicas soviéticas que conformaron la URSS antes de desaparecer. Uzbekistán, una de las 7 repúblicas “stán” poco conocidas pero que estamos seguros te encantará descubrir. Y para ello, te dejamos aquí 7 recomendaciones que creemos no te puedes perder.
Restos de entrada al palacio Ak-Saray del siglo XIV
Shakhrisabz resulta menos imponente que las demás ciudades. Si se viaja con poco tiempo se puede saltar sin problema. Pero si se dispone de tiempo, entonces no está de más visitarla, ya que guarda ciertos monumentos como el palacio de verano de Tamerlán, caravansais (especie de almacenes para los mercaderes de la Ruta de la Seda), y algunas mezquitas y mausoleos.
Shahrisabz es la ciudad donde nació el gran conquistador Tamerlán en 1336. Este líder dudó entre las ciudades de Samarcanda y Shahrisabz para ver cuál sería la capital de su imperio, decantándose finalmente por la primera. No obstante, Shahrisabz siempre tuvo un lugar especial en la mente del conquistador, quien solía decir que si Samarcanda era el trono, Shahrisabz era el escalón para llegar a él, y luego estaba todo lo demás.
6. Tashkent
Tashkent, la llamada ciudad de piedra. Según nos cuenta la leyenda aquí existía en la antigüedad una torre de piedra que marcaba la mitad entre China y Europa. Esta señal estaba pensada para las caravanas de la Ruta de la Seda que pasaban por aquí. Tashkent es una ciudad que por una parte, desde sus amplios bulevares comunistas y edificios soviéticos, mira hacia el estilo de vida de occidente llenando así sus plazas y avenidas con restaurantes de comida internacional, grandes tiendas, y bares; y que por otra parte, sigue conservando las raíces de su pasado que se ven mejor reflejadas en la zona del Khast Imom, que viene siendo el centro oficial religioso de la República. Una de las mayores atracciones de la ciudad es su librería Moyie Mubarek, alberga un impresionante Corán del S. VII, que se dice es el Corán más antiguo existente en todo el mundo. Además, ¡Tashkent tiene la ventaja que desde aquí podrás tomar trenes o autobuses para explorar el resto del país!
5. Mar de Aral
Un barco varado en la arena del Mar de Aral
Lo que hay que ver en el Mar de Aral no es un lugar turístico para celebrar, si no que es un lugar para sí sorprenderse, y sensibilizar a la vez. Es un desastre ecológico provocado por la Unión Soviética a mediados del siglo XX. La URSS desviaría el río Amu Darya con el fin de llevar agua a los campos de algodón de Uzbekistán (principal materia prima de exportación del país), provocando que el Mar de Aral se fuera secando. Hoy en día el Mar de Aral se ha reducido tanto que sus aguas quedan a 150 kilómetros de distancia de su puerto, Moynaq. El Mar de Aral, siendo en los años 50 el cuarto lago más grande del mundo, con 66.000 kilómetros cuadrados (aproximadamente el tamaño de Holanda y Bélgica juntas) ahora tiene tan solo unos 17.000 kilómetros cuadrados (poco más que la mitad de Bélgica solo). Ver los barcos varados en la arena es una escena impresionante igual que escalofriante.
4. Qalas del desierto
Ayaz Qala 2, construido en el siglo VI-VII d.C.
En la región de Khorezm podrás encontrar más de 300 Qalas, o castillos, en el desierto. Estas Qalas fueron construidas a lo largo de la historia, abarcando desde el siglo V a.C. hasta el siglo XII o XIII d.C. aproximadamente. Algunas están en mejores condiciones que otras, pero todas resultan impresionantes para visitar y verlas. Estas Qalas fueron construidas para proteger la región de Khorezm cuando por aquí los campos eran verdes y estaban atravesados por cientos de canales que llevaban el agua a pueblos enteros que vivían de la pesca y la agricultura. Todo eso cambió en algún momento del siglo XV o XVI por un cambio natural de cauce del río Amu Darya. A partir de aquí castillos y palacios fueron quedando abandonados para que siglos después viajeros los pudiesen descubrir.
3. Bukhara
Mezquita Kalon, en Bukhara
Bukhara es un nombre que quizás no nos suena tan evocador como Samarcanda. No obstante, es una ciudad que por sí sola tiene también con qué sorprendernos. Fundada aproximadamente en el siglo V a.C., es una de las ciudades medievales hoy en día mejor conservadas de Asia Central ya que sus antiguas calles poco han cambiado con el paso del tiempo, motivo por el cuál hoy la ciudad es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Bukhara se encuentra en una encrucijada de caminos que llevaba a las ciudades más importantes de la época como Merv, Kabul y la Samarcanda misma. Bukhara, la antigua cosmopólita ciudad donde por aquí rezaron judíos, cristianos, musulmanes, budistas, maniqueistas y zoroastras. Aquí encontrarás la mezquita Maghoki-Atar, la más antigua de toda Asia Central y que antes fue un templo budista, zoroastro e incluso pagano. Verás la mezquita Kalon, tan imponente que el mismísimo Gengis Khan pensaba que se trataba de un palacio. Bukhara era la última parada donde viajeros y comerciantes reposaban, ya que esta ciudad se encuentra a las puertas de Kyzyl Kum (desierto de las arenas rojas) y el Kara Kum (desierto de las arenas negras). ¡Bukhara es definitivamente una ciudad que te encantará descubrir!
2. Samarcanda
Plaza de Registán
Samarcanda, ciudad de conquistadores y astrólogos. Esta es una ciudad que no necesita introducción. Solo pronunciar su nombre provoca pensamientos evocadores. Y definitivamente la ciudad no defraudará al viajero. Samarcanda fue el corazón de la Ruta de la Seda y por aquí han pasado a lo largo de milenios diferentes razas, culturas, ideas, religiones y productos. Ciudad que ha atraído a grandes pensadores y científicos, pero también temibles guerreros y ejércitos. La ciudad que ha sido destruida y reconstruida incontables veces. Y todo este fluir de experiencia ha quedado plasmado en sus monumentos, como en la mezquita Bibi Khanym, donde los arquitectos más prestigiosos fueron asesinados por no conseguir construirla tan bella como el conquistador Tamerlán la deseaba; o el misterioso Shah-i-Zinda, aquél lugar de decenas de mausoleos lapislázuli que te harán sentir como en una película de Indiana Jones; y claro está, no podemos olvidar la imponente Plaza de Registán, donde las caravanas, estudiantes, científicos y astrólogos de la época se reunían. Pasear por sus calles es pasear por la historia misma.
1. Khiva
¿Cómo es posible que Khiva le hubiese quitado el primer lugar de esta lista a Samarcanda? La respuesta es porque Khiva es la gran joya olvidada de la Ruta de la Seda. Khiva tiene unos 2.500 años de antigüedad y se distingue sobre otras ciudades de Asia Central porque sus laberínticas callejuelas transportan al viajero fácilmente a otra época debido a que se conserva todo el antiguo trazado en perfectas condiciones. A pesar de esto, la ciudad no recibe muchas visitas. Y esto ha sido desde hace siglos, cuando esta ciudad era menos visitada que otras de la Ruta de la Seda como Samarcanda o Bukhara. Este lugar era un inhóspito oasis lleno de peligros con salvajes ladrones por doquier, por lo que eran pocas las caravanas que se aventuraban por aquí. No obstante, si vienes aquí, recorrerás las calles tal como las recorrió Al-Khorezmy, el padre del álgebra, y podrás vislumbrarte con los palacios de los khanes, el curiosísimo minarete Kalta Minor, la antigüa mezquita Juma con su bosque de columnas talladas, la plaza donde estaba el mercado de esclavos, entre muchas cosas más.
Los 8 imprescindibles de Myanmar que no te puedes perder
Myanmar es un país que tiene una de la gente más amable con la que me he cruzado en mis viajes. Es el país de las estupas doradas que cambian de color durante los hermosos atardeceres y amanaceres.
Como siempre, puedes estar en un país 16 días, 1 año, o 20 años, y nunca terminas de verlo, sobre todo uno como Myanmar que tiene mucha riqueza étnica, donde hay más de 135 grupos, y cada uno con su historia, cultura y lenguaje.
Prepárate para ver mucha naturaleza, grandes ciudades, y sobre todo, templos y más templos. Así que te cuento cuáles son los 8 imprescindibles que no te puedes perder durante tu viaje a Myanmar.
8. Kyaiktiyo
Uno no puede explicarse cómo es que la Roca Dorada está en ese frágil equilibrio
Kyaiktiyo está entre los 3 lugares más sagrados para el budismo en Myanmar. Durante siglos cientos de miles de devotos budistas de todo el mundo han llegado a este punto del país para poner sobre la roca pequeños panes de oro. La leyenda nos dice que hace miles de años el Buda le regaló uno de sus cabellos a un ermita llamado Taik Tha’, quien a su vez se lo pasó a un rey, quien a su vez lo colocó en la pequeña estupa que está encima de la Roca Dorada. Según la creencia budista es gracias a este cabello que se mantiene el delicado equilibrio. Sea lo que fuese, se sabe que esta pequeña estupa fue construida en el año 581 a.C. por el rey Teikthadhamma.
7. Mingun
Mingun Paya fue visiblemente dañado por un temblor en el siglo XIX
Mingun es un pequeño pueblo a orillas del rio Ayeyarwadi y cerca de la ciudad de Mandalay que no te puedes perder. Aunque básicamente son solo 2 o 3 las atracciones que hay que ver aquí, ¡no te defraudará! La atracción que primero llama la atención por su tamaño es Mingun Paya, lo que de ser terminada hubiera sido la pagoda más grande de toda Myanmar con aproximadamente 150 m. de altura (la pirámide de Giza tiene actualmente 138 m. de altura y la Torre Eiffel tiene 300 m.). ¿Por qué no se terminó de construir? Por una profecía. El rey Bodawpaya jamás la terminó de construir porque un astrólogo le dijo que una vez terminada la pagoda entonces el rey moriría. Así que, cuando llevaban ya 49 m. de altura, el rey consideró mejor detener las obras…por si acaso. Otra de las atracciones es Hsinbyume Paya, una pagoda que simbólicamente representa el centro del universo, ¡y en Mingun podrás ver también la segunda campana más grande del mundo!
6. Sagain, Ava y Amarapura
Templo monasterio Maha Aungme Bonzan en Ava
Myanmar es el país de las decenas de capitales. Este país ha cambiado constantemente de capital desde tiempos inmemorables hasta la actualidad, a veces por profecías, a veces por intereses políticos, o en ocasiones porque alguna quedara destruida por un conflicto bélico o desastre natural. Desde Mandalay se puede hacer un recorrido en moto por algunas capitales del pasado, como Sagain, Ava y Amarapura (de los siglos XIV al XIX). Aquí encontrarás evocadores templos en ruinas, donde solamente quedan las columnas y estatuas del Buda al aire libre como testigos de un gran pasado, y donde ahora se encuentran animales pastando a sus anchas. Verás también hermosos templos hechos de teca, y otros monasterios con leyendas y profecías de siglos atrás. Y por último, en este recorrido encontrarás también el puente de teca más antiguo y largo del mundo sobre el evocador lago Taungthaman, donde decenas de monjes budistas salen a pasear cuando el sol se empieza a meter.
5. Mandalay
El Palacio de Mandalay fue desmantelado en su totalidad y trasladado en lomos de elefantes de la antigua capital Amarapura a la recién creada Mandalay
El Buda visitó la colina de Mandalay cuando aquí todavía no había nada, y aseguró que en el 2.400 aniversario de su iluminación una gran ciudad y centro de enseñanza budista se erigiría a los pies de dicha colina. El año 1857 marcó justamente el 2.400 aniversario, y por tanto, el rey Mindon, con el objetivo de conseguir méritos para un buen karma decidió mover la capital de Amarapura (a 12 kilómetros) a los pies de la colina Mandalay y fundar así esta ciudad. Aunque la historia de Mandalay es reciente, no te decepcionará por toda la cantidad de cosas que hay que ver aquí: el evocador Palacio Mandalay y sus murallas, las reliquias del Buda en el monasterio U-Khanti, la colosal estatua de Buda en el templo Mahamuni Paya que ha sido cubierta por pan de oro durante siglos, la Colina Mandalay, origen de la profecía y que actualmente está llena de monjes budistas, y una serie de templos y monasterios más. Mandalay puede ser una muy buena base desde donde explorar otros lugares de interés del país; por lo tanto, tu viaje a Myanmar no se puede quedar sin una visita a esta ciudad.
4. Yangón
Personas meditando en Shwedagon Paya
La ciudad más poblada de Myanmar y capital del país entre 1852 y 2006, Yangón es una vibrante ciudad en la que no le falta de nada. Hay templos con siglos de antiguedad como Sule Paya o Botataung Paya, inmensos parques donde refrescarte como el Parque del Pueblo, imponentes edificios coloniales cargados de la historia más reciente del país, y la joya de la corona: Shwedagon Paya, el lugar más sagrado para todos los budistas de Myanmar por lo que es un lugar de obligada peregrinación para cualquier monje budista del país y por qué no, también para cualquier viajero. No te decepcionará, podrás pasar un día entero dentro de este recinto visitando sus decenas de templos, estupas y pabellones, y admirando las miles de estatuas de budas, santos y criaturas que se encuentran aquí. Por las noches el lugar adquiere una vibra mágica cuando los locales comienzan a iluminar el recinto con velas.
3. Lago Inle
Mujeres sobre una canoa en el Lago Inle
Con una longitud de 22 km y un ancho de 10 km el Lago Inle está plagado de cosas que ver, tanto a orillas del lago ¡como sobre el lago mismo! A orillas del lago encontrarás grandiosas ruinas de antiguos pueblos comidas por la selva como Nyaung Oak, así como una serie de templos y monasterios budistas alrededor del lago, siendo algunos de los más importantes Phaung Daw Oo Paya, Nampan o Shwe Inn Thein Paya. Y sobre el lago, sostenidos por pilotes, tenemos también templos y monasterios como el impresionante monasterio Nga Hpe Kyaung, con su ambiente sobrecogedor en el interior a causa de su obscura madera teca. Pero sobre todo lo más interesante de todo es ver cómo la gente hace su día en el lago como: llevar a los peques a la escuela en lancha, hacer la compra desde una canoa a otra, tener la comisaría de policía sobre pilotes en el lago, así como las tiendas y bares también suspendidos en el aire. Y sobre todo, podrás ser testigo de los famosos pescadores del Lago Inle, quienes salen en masa por las tardes y, mientras tiran las redes con ambas manos, con una pierna hábilmente se entrelazan el remo de la embarcación para seguir remando. Es una imagen espectacular.
2. Mrauk-U
Interior del templo Shite-Thaung
Difícil decidir entre el segundo y primer lugar de esta lista. Finalmente decidí poner a Mrauk-U en segundo lugar, pero no porque considere que no tiene lo suficiente como para haber coronado esta lista. Mrauk-U fue la poderosa capital del reino de Mrauk-U por lo que hoy en día se encuentran decenas de templos desperdigados comidos por la vegetación que les confiere un toque mágico. Templos-fortaleza con exquisitos tallados, interiores laberínticos, y cámaras llenas de imágenes budistas que harán sobrecogerte, sobre todo al mirar a tu alrededor y darte cuenta que lo más probable es que seas el único extranjero por aquí. ¿Por qué entonces no lo puse en primer lugar de la lista? Simplemente porque el siguiente destino es igual de impresionante.
1. Bagan
Templos asomándose entre la exhuberante vegetación birmana
Si Bagan le quitó a Mrauk-U el primer puesto de esta lista es simplemente por la gran cantidad de templos que tiene que puedes recorrer. Y no, no queremos decir simplemente que “más es mejor”, si no que realmente los templos de Bagan son también igualmente de impresionantes que los de cualquier lugar de Myanmar, pero aquí podrás tomar días y días y aún así no los habrás podido visitar todos. Bagan es uno de los grandes lugares arqueológicos a nivel mundial, aunque este sitio todavía no es visitado por las masas de turistas. Son 42 kilómetros cuadrados de zona verde con decenas, cientos, ¡miles! de templos asomándose entre la vegetación. Se dice que los orígenes de la ciudad se remontan al año 107 d.C. con el rey Thamudarit. A partir de aquí la ciudad sería no solo testiga si no partícipe de los sucesos más importantes de la historia de Myanmar. Cada uno de los templos de Bagan cuenta pedazos de esta historia siendo todos juntos un hermoso puzzle. A través de sus templos podrás conocer sobre asesinatos, historias de amor, luchas de poder, espíritus, reyes y otras miles de anécdotas más. Bagan es el lugar donde los reyes competían unos con otros para ver quién construía el templo más grande y hermoso. Lo que hoy podemos disfrutar es el resultado de esas antiguas rencillas. ¡Te invitamos que recorras el máximo de templos posible!
Los 10 imprescindibles de Jordania que no te puedes perder
Jordania es un país que se encuentra justo debajo de la Creciente Fértil, que es aquella zona de Oriente Medio donde se asentaron las civilizaciones más antiguas de las que se tenga constancia. Además, por su posición geográfica ha servido de puente comercial, militar y de peregrinación entre el norte y el sur, oriente y occidente, el mar y el desierto. Desde oriente, estas tierras han sido conquistadas por imperios de la antigua Iraq, como el sumerio, babilónico, asirio y mesopotámico. Desde occidente, los faraones de Egipto llegaron en barcos para extender su poder y cultura en Jordania. Desde el sur, los nómadas del desierto, los nabateos, comenzaron a formar una gran civilización ocupando Jordania. Y eventualmente desde el norte la poderosa Damasco Omeya comenzaría con su expansión de influencia política hacia Jordania. Griegos, romanos y persas han pasado por aquí, todos dejando su huella que todavía es visible hoy en día en Jordania.
Teniendo a Israel y Palestina del otro lado del río Jordan, gran historia de la Tierra Santa se desborda y alcanza a Jordania. Y no solo eso, si no que este país cuenta con unos paisajes naturales maravillosos como el desierto de Wadi Rum, el Mar Muerto, o Wadi Mujib, que es un impresionante cañón natural con agua que atraviesa el desierto. Por lo tanto, como puedes ver, ¡Jordania tiene opciones para cualquier persona viajera exigente! Y lo mejor de todo, es que es un país relativamente sencillo de viajar, ya que está bien adaptado al turista. Así que a continuación te comentamos sobre aquellos lugares que creemos que no te debes perder.
10. Ammán
Templo de Hércules en la colina Jabal Al-Qal’a
Según las antiguas crónicas Ammán fue fundada sobre 7 colinas, como lo sería también Roma. La colina Jabal Al-Qala’a concentra la mayor cantidad de sitios turísticos de la ciudad. Aquí podrás ver los monumentos, palacios y templos que han dejado diferentes imperios a su paso por esta ciudad, que prácticamente abarca desde el 2.200 a.C. hasta el año 750 d.C, cuando un fuerte temblor acabó con la ciudad. Jabal Al-Qala’a no es lo único que esta ciudad tiene que ofrecer. También puedes recorrer sus mercados y perderte entre los olores de frutas, azafrán y demás alimentos exóticos, así como de curiosear los diferentes puestos, que pueden tener desde típicos productos para el turista, como ser pequeñas librerías escondidas en algún rincón. Eso sí, te invitamos a hacer este recorrido con una refrescante agua de caña de azúcar, ¡agradecerás la energía que te inyectará!
9. Castillos del desierto
El llamado Qasr Al-Kharana parece un castillo en toda regla, aunque realmente sus torres son sólidas por dentro y no se puede acceder a ellas, y esas saeteras se encuentran bastante elevadas, por lo que ningún arquero llegaría a ellas. ¿Qué era en realidad este “castillo”?
Son muchos. No son castillos. Y sí están en el desierto. ¿Qué son? Son una serie de edificaciones construidas principalmente hacia el Este de Ammán, es decir, en dirección a Iraq. Estos “castillos del desierto” fueron principalmente construidos durante los siglos VII y VIII d.C., época en la que nace el Islam y que comienza a crecer con gran fuerza. Existen alrededor de 15 “castillos”, y algunos son más impresiones que otros, y algunos están en mejor conservación que otros. Algunos tuvieron la función de ser lugar de recreo para los gobernantes omeyas, mientras que otros eran puntos de encuentro entre estos gobernantes y los beduinos del desierto. En otros casos se tratan de lugares de descanso para los antiguos viajeros y comerciantes que iban desde Bagdad hasta Jerusalén, o peregrinos con dirección a la Meca. Y algunos otros todavía son un misterio qué función tenían. Cada uno tiene su historia y arquitectura muy única, además de estar emplazados en un espectacular paisaje. ¡Esperemos que te puedas decidir por cuáles visitar!
8. Carretera del Rey
La Carretera del Rey ha sido apenas pavimentada en los 50 y 60 del siglo XX
La Carretera del Rey no es un lugar en concreto si no que, como su nombre lo indica, es una carretera que se extiende a lo largo de 335 km y atraviesa Jordania de Norte a Sur. Te recomendamos recorrer aunque sea un trozo de esta carretera, ya que además de pasar por paisajes espectaculares, sobre este camino podemos encontrar villas prehistóricas de la Edad de Piedra, pueblos bíblicos de los antiguos reinos de Ammón, Moab y Edom; castillos de la época de las cruzadas, algunos de los mosaicos más antiguos de todo Oriente Medio, una fortaleza herodiana, algunos pueblos musulmanes y la gran capital nabatea labrada en piedra: Petra. Y no nos debemos dejar engañar creyendo que esta carretera es una obra del siglo XX. La Carretera ya es algo en sí mismo digna de ver, ya que por este mismo camino han pasado esclavos, reyes, emperadores, líderes religiosos, cruzados en búsqueda de rutas para proteger Jerusalén, peregrinos musulmanes camino a la Mecca y peregrinos cristianos con dirección al Monte Nebo. Esta carretera tiene 5.000 años de antigüedad y es mencionada por vez primera en el libro de Génesis de la biblia. ¡No te la puedes perder!
7. Betania Más Allá del Jordán
Río Jordán, lugar donde de acuerdo con la tradición cristiana Jesús fue bautizado
Si te interesan los lugares bíblicos, Betania Más Allá del Jordán es tu lugar. Por aquí es donde discurre el Río Jordán y es en este preciso lugar donde Jesucristo fue bautizado por Juan Bautista de acuerdo con la tradición cristiana. Es en estas aguas donde Jesucristo se sumergió y resurgió como una nueva persona purificada, libre de pecado. Hoy en día podemos pasear entre las ruinas de antigüas iglesias bizantinas e iglesias medievales que fueron construidas en su época como muestra de celebración de tan importante suceso. El Río Jordán en la actualidad hace de frontera natural entre Jordania y Palestina e Israel, por lo que no te extrañe encontrar mucha seguridad por aquí.
6. Mádaba
Mosaicos en la iglesia de la Vírgen María
Mádaba es una pequeña ciudad con una de las mayores comunidades cristianas de Jordania. La comunidad cristiana que vive aquí es también de las más antiguas del mundo, llegando al punto de ser mencionada esta ciudad 2 veces en la biblia. Pero Mádaba es llamada también la “ciudad de los mosaicos”, y el nombre le viene muy bien, ya que podemos encontrarlos en muy buen estado de conservación y en su lugar original, que era en suelos de iglesias y de algún palacio. Los mosaicos más antiguos de toda Jordania se encuentran en Mádaba y son del siglo I antes de Cristo. Y si esto no sorprende, más de 2 millones de pequeños mosaicos dan forma al mapa de Tierra Santa más antiguo del mundo. Estos mosaicos se encuentran en la iglesia de San Jorge. También te sorprenderán los mosaicos de la iglesia Vírgen María, la de los Apóstoles, el Palacio Quemado, etc…
5. Castillo Al-Karnak
Castillo Al-Karnak
Nos encontramos ante uno de los castillos de las cruzadas más grandes de toda la región. Al-Karnak fue construido alrededor del año 1140 para proteger a la ciudad santa de Jerusalén de los ejércitos musulmanes o beduinos que provenían del Este. Ésta era la más importante fortaleza de la zona y por eso los señores gobernantes de Oultrejordain (como se le conocía a esta región en época de las cruzadas) hicieron del castillo su hogar. Desde sus murallas el gobernante Raynald de Châtillon arrojaba a sus prisioneros para matarles, pero con cajas en la cabeza para “protegerlas” y que su muerte fuera más lenta. Estas mismas murallas fueron las que Salah el Din (Saladino) golpeó con poderosas piedras lanzadas por las catapultas de su ejército, pero que al cabo de un tiempo dejó de hacerlo puesto que adentro el enemigo estaba celebrando una boda. Hoy en día podemos recorrer el castillo libremente y ver la mezquita que han dejado los mamelucos cuando pasaron por aquí, así como recorrer y perderse en los laberínticos sótanos de la fortaleza. ¡Definitivamente un lugar que no te puedes perder!
4. Jerash
Hipódromo y Arco de Adriano en la antigua ciudad de Jerash
Jerash es una antigua ciudad greco-romana de las mejor conservadas de todo Medio Oriente, y con una extensión impresionante que te puede llevar todo un día entero recorrerla. Es una ciudad de piedra que se ha conservado hasta nuestros días, en gran medida, porque quedó cubierta por las arenas del desierto durante siglos, hasta que fue descubierta en 1806 por un viajero aventurero alemán llamado Ulrich Jasper Seetzen. Ésta era una ciudad cosmopólita habitada por griegos, romanos, arameos, persas, partos, e incluso mercaderes de lugares lejanos como la India. Hoy en día podrás disfrutar de muchos monumentos como el Templo de Zeus, un ninfeo, iglesias bizantinas, el Templo de Artemisa, 2 teatros, mosaicos, el cardo, y su curioso foro romano en forma de óvalo en lugar de rectángulo como suelen ser. Definitivamente Jerash es un sitio que hay que visitar y dedicarle tiempo.
3. Wadi Mujib y el Mar Muerto
El cañón de Wadi Mujib
Vale, sí, hemos hecho trampa porque hemos puesto 2 sitios en un mismo lugar de la lista, pero es que ambos están al lado uno del otro y son increíbles por igual. Tenemos que confesar que Wadi Mujib fue nuestro gran descubrimiento en Jordania. Dos horas de adrenalina y diversión dentro de un cañón donde el agua te acompaña en todo momento, a veces llegando tan solo a los tobillos, y en ocasiones cubriéndote por completo, ¡lo cuál se agradece en los calurosos meses de verano! Uno de los momentos ideales para visitar este lugar es precisamente en verano, ya que en otras épocas el cañón lleva tanta agua que no se puede visitar. Existen diversas rutas de diferente duración y dificultad. Y eso sí, después de una excursión por este cañón podrás relajarte sobre las aguas saladas del Mar Muerto con unas vistas increíbles hacia las montañas de Jordania y las montañas de Palestina.
2. Wadi Rum
El desierto de Wadi Rum tiene paisajes surrealistas
Otro parque natural entra a esta lista de los 10 imprescindibles de Jordania. Y es que imposible dejar fuera el desierto de Wadi Rum. Montañas y rocas con formas caprichosas, dunas gigantes y cañones son algunas de las cosas que podrás disfrutar aquí. Y aunque sea un desierto, es el hogar de cientos de especies de flora y fauna, y también ha sido el hogar de miles de personas durante miles de años. ¡Encontrarás petroglifos e inscripciones talladas en la roca desde el año 10.000 a.C! Este paisaje que parece de otro mundo ha servido de inspiración para numerosas películas, desde Lawrence de Arabia hasta Dune pasando por Star Wars. Te recomendamos que pases la noche aquí. Es mágico ver cómo el sol se va poniendo y las montañas comienzan a cambiar de color, dibujándose nuevas sombras, hasta que finalmente el cielo queda cubierto por un centenar de estrellas.
1. Petra
Tumbas nabateas de Petra
Es imposible que Petra no esté entre los primeros lugares de listas de este tipo, y nosotros hemos decidido dejarle el primer lugar. Petra es simplemente impresionante. Punto. Capital de los nabateos fundada en el 312 a.C., y excavada solamante el 15%, se encuentra enclavada en un increíble paraje natural rodeada de montañas. Puedes estar un día entero aquí, dos, o hasta tres, y seguramente seguirás descubriendo pequeños secretos y seguirás maravillándote de los los lugares que ya no son tan secretos. La “ciudad perdida” te enganchará con sus tumbas excavadas en la piedra, su teatro, palacios, iglesias bizantinas y altares de sacrificios al dios de las montañas y el sol. Y todo esto lo podrás admirar desde las alturas al subir por sus montañas y admirar la ciudad y el paisaje desde lo alto. Petra ha encandilado a reyes y emperadores durante siglos, y ahora es momento que también te impresione a ti.
Los 10 imprescindibles de Túnez que no te puedes perder
Todo empieza con una idea.
Túnez, cuyo nombre parece estar asociado a la diosa fenicia Tunith, es el país más pequeño del norte de África pero es un país costero de puertos milenarios, de antiguos monasterios fortaleza, y grandes vestigios romanos. Y en el presente, un país con una gente súper amable. Incluso, este pequeño país debe su nombre a todo el continente africano, ya que aquí se estableció la primera colonia romana del continente, quienes llamaron a la colonia “África”. Estamos seguros que Túnez te sorprenderá para bien, por lo que aquí te ponemos los 10 lugares que creemos no te puedes perder.
Mezquita Zaytuna en Túnez
Túnez es una ciudad con siglos de historia que la puedes recorrer atravesando alguna de las puertas de sus murallas y recorriendo los cientos de callejones de la antigua medina. Aquí encontrarás pequeñas plazas escondidas, escuelas religiosas donde se ha enseñado el corán desde hace siglos, como las madrassas El Najla, Bachia y Sulimania; mezquitas imponentes como la Zaytuna, fundada en el siglo VIII; palacios y mausoleos, que pueden tener una fachada oculta entre puestos de azafrán y velos, pero que detrás de sus puertas esconden una exquisita suntuosidad. Afuera de esta evocadora medina se encuentra el museo el Bardo, famoso por tener la mayor colección de mosaicos romanos en todo el mundo. Y por su puesto, no puedes perderte aprovechar cualquier oportunidad de subir a alguna azotea para que puedas ver las vistas de esta hermosa ciudad desde lo alto.
9. Susa
Mezquita de Susa con las murallas de la ciudad al frente
Susa es una pequeña ciudad portuaria que la puedes ver en medio día. Aún así, tiene unos monumentos impresionantes y puede ser un lugar apacible para pasar noche y tomar la ciudad como base para hacer otras excursiones de un día a lugares cercanos, como Monastir y Kairouán.
Susa es una antiquísima ciudad fundada en el siglo IX a.C. por los fenicios de la actual Tiro, Líbano. En la lucha de los romanos contra Cartago, la población de Susa se alió con los romanos, y cuando Cartago perdió la guerra, Susa se convirtió en una ciudad “libre”. Asediada constantemente por invasores desde el mar y piratas, hoy en día podemos disfrutar como consecuencia unas imponentes murallas que defendían a la ciudad, una mezquita fortificada, la kasbah (fortaleza) y un monasterio-fortaleza (conocido como ribat) del siglo VIII.
8. El Jem
El anfiteatro de El Jem
El Jem es un pequeño pueblo que tiene el tercer anfiteatro romano más grande del mundo, y la ruina romana más grande de toda África. Este pequeño pueblo definitivamente conoció épocas mejores al punto de convertirse en uno de los principales abastecedores de aceite de oliva de todo el imperio romano. Este poder permitió que El Jem pudiera poner su propio emperador romano, ¡habiendo así 2 emperadores gobernando a la vez! El anfiteatro ha sido testigo de múltiples sucesos desde su época de fundación en el siglo III d.C. hasta la segunda guerra mundial. De sus muros han salido piedras para construir el actual pueblo, y también han servido para proteger a su población en diferentes épocas. Durante el siglo XIX hubieron viviendas y mercadillos dentro del anfiteatro. Definitivamente una visita de medio día a este destino será muy bueno para tu viaje.
7. Monastir
El ribat de Monastir a orillas del Mediterráneo
El principal reclamo turístico de Monastir es sin duda su impresionante ribat del siglo VIII. Se cree que es el más antiguo de todo el norte de África y es el único que tenía también un área destinado para las mujeres. En este espectacular monasterio-fortaleza se grabó también la mítica película de los Monty Python llamada La Vida de Brian. Monastir tiene más que ofrecer al viajero a parte de su imponente ribat. También se puede ver el faraónico mausoleo de Habib Bourguiba, primer presidente de Túnez después de la independencia de Francia, así como recorrer su antigua medina.
6. Tozeur
Tozeur puede ser un reto para llegar en medio de locomoción terrestre debido a su ubicación geográfica alejada de la costa y muy en el sur del país. No obstante, cualquier esfuerzo se verá recompensado con creces al adentrarse a la antigua ciudad de Tozeur. La medina de este oasis del desierto es única en todo el país, formada con sus miles de ladrillo que confiere a la ciudad de un especial encanto. Además, aquí podrás disfrutar también de antiguas mezquitas y, al encontrarse el oasis en las puertas del Sahara, es un lugar ideal para hacer excursiones al desierto. Su gente, famosa por ser muy abierta y receptiva desde siglos atrás, ayuda a fortalecer el encanto de este lugar.
5. Sbeitla
Locales descansando en la Puerta de Antonino, en Sbeitla
Sbeitla tiene unas de las mejores ruinas romanas que pude disfrutar en Túnez. No muchos viajeros se animan a venir hasta aquí por las recomendaciones de seguridad de la vecina Kasserine. No obstante, yo no sentí ningún tipo de inseguridad y podrás disfrutar de toda una ciudad romana para ti solo, haciendo un viaje en el tiempo y viendo el teatro romano, el foro, la puerta de Antonino y los templos dedicados a Júpiter, Saturno y Minerva. Además, Sbeitla es curiosa puesto que conserva aún la iglesia de Servus, una de las iglesias más antiguas de todo el mundo cristiano (siglo III) perteneciente a la secta de los donastianos; la iglesia de Bellator (siglo IV) que era la catedral de los católicos, y la iglesia de Vitalis (siglos V o VI) que era la catedral aria de los vándalos que habían llegado a la región. La confluencia de estas 3 corrientes cristianas en un mismo lugar puede ser reflejo de una sociedad abierta y tolerante en Sbeitla. Esta ciudad llegó incluso a convertirse en un reino independiente hasta la llegada de los árabes en el siglo VII.
4. Dougga
Teatro romano de Dougga
Dougga es otra ciudad romana que tiene cabida en esta lista por lo espectacular de sus ruinas. Se encuentran a unos kilómetros de la carretera entre El Kef y Túnez. Este lugar apartado permite que lo más probable es que también puedas pasear y descubrir esta ciudad romana sin nadie que te moleste. Podrás entrar a antiguas casas romanas, pasear por su foro, su teatro, sus baños, y recorrer varios templos sin tener a niguna persona alrededor. Aunque la UNESCO la describe como “la pequeña ciudad romana mejor conservada de todo el norte de África”, créenos que es enorme. ¡Reserva un día entero de tu viaje para visitar Dougga!
3. Ksour del desierto
Graneros (ksour) de los bereber en el desierto
En el sur de Túnez, en la entrada al Sahara, se encuentran los ksour, o graneros fortificados, construidos por los bereber. Al ser los bereber un grupo nómada no tenían ellos que preocuparse de proteger sus casas o su pueblo. Sus bienes más preciados eran sus animales y cosechas. Por eso, para estas tierras llenas de problemas, un granero fortificado era una buena solución ante potenciales invasores. Son decenas de ksour los que hay en el sur de Túnez, algunos en mejor estado y otros en peor estado, por lo que tendrás que hacerte una lista y elegir aquellos que te interesen más. Los fanáticos de Star Wars podrán darse aquí un baño de placer ya que algunos de los ksour han sido escenario en películas de Star Wars. El punto de partida para visitarlos es el pequeño pueblo Tataouine, que en el universo de Star Wars es el planeta Tatooine, hogar de Luke Skywalker.
2. Kairouan
Mercadillo en Kairouan
Recorrer la medina de Kairouan es un auténtico viaje en el tiempo. Caminar por sus mercados, admirar sus puertas de herradura, ver los cientos de minaretes que se asoman por encima de antiguas edificaciones, y pasear por sus palacios árabes te transportará fácilmente a otra época. Kairouan es la cuarta ciudad más santa del Islam después de la Meca, Medina y Jerusalén, ya que en esta ciudad hay un pozo del que según se dice emana agua proveniente de una fuente sagrada en La Meca. Además, esta ciudad fue visitada por un compañero del Profeta Mohamed en el Siglo VII y se encuentra aquí enterrado. La importancia pasada de Kairouan radica no solo en lo religioso. Fue desde este lugar también donde se organizó y movilizó el ejército que llevaría a cabo la invasión de la península ibérica, fundando así Al-Andalus. La historia permanece en este lugar, y es así que podemos disfrutar hoy en día de lugares increíbles como la Gran Mezquita de Kairouan, edificada con 400 columnas extraídas de antiguos templos fenicios y bizantinos, así como de bloques de piedra de los romanos con todavía inscripciones en latín; podrás admirar la mezquita de las 3 puertas y la mezquita del Barbero; maravillarte con las cisternas aglabíes que suministraban agua a la ciudad desde el siglo IX d.C y del pozo de agua sagrado de Kairouan descubierto en el siglo VII d.C.
1. Cartago
Antigua Cartago
Cartago fue la rival de Roma. Ambas ciudades-imperio se fueron expandiendo cada vez más y más. Roma en el norte del Mediterráneo y Cartago en el sur. El Mediterráneo no sería lo suficientemente grande para las 2 ciudades, por lo que una estaba destinada a desaparecer. Y ésta fue Cartago después de tres guerras en contra de los romanos. Los romanos después de destruir la ciudad juraron que nunca volvería a ser reconstruida. Afortunadamente Julio César en el año 44 d.C. comenzó a reconstruirla y la convertiría en una colonia romana. Hoy en día podemos admirar ruinas tanto fenicias como romanas en un ratio bastante extenso, ¡así que asegúrate de reservarte un día para poder recorrer todo el lugar!