Día 1: Monasterio Geghard, Templo Garni, Sinfonía de las rocas y Monasterio Khor Virap
5.00 de la mañana y nuestro avión estaba aterrizando en el aeropuerto internacional de Yereván. ¿Qué hubiera hecho cualquier persona normal? Buscarse un hotel e irse a descansar un rato. ¿Qué hicimos nosotros? Irnos inmediatamente a la oficina de alquiler de coches y conseguir uno para nuestro viaje. Al cabo de poco tiempo, ahí íbamos Eloísa y yo en nuestro pequeño Renault blanco, con sus cientos de minúsculas abolladuras y ruidos en la máquina del vehículo (aún desconocía que a mí también, al igual que a todos los conductores previos a mí, me esperaban por delante cientos de kilómetros sin asfaltar).
Al salir del aeropuerto comenzaba a amanecer. Y para dirigirnos a nuestro primer destino teníamos que atravezar toda Yereván, la doceava capital que este turbulento país ha tenido a lo largo de su historia. Ya la habíamos dejado atrás, y ahora el sol ya estaba más en alto y nos permitía ver el extenso valle amarillo que teníamos ante nosotros con unas montañas al fondo. Después de varias curvas, las montañas ya no estaban tan lejos y comenzaban a acercarse. De pronto, las teníamos a ambos lados de la carretera, nos estábamos adentrando en el cañón Azat, lo cuál significaba que ya estábamos muy cerca de nuestro destino: el monasterio Geghard.
Siglos atrás, si viniéramos por este camino, veríamos a monjes bajando y subiendo a través de cuerdas o frágiles escaleras yendo y viniendo a sus celdas que se encontraban en las numerosas cuevas de los acantilados.
Cuando llegamos al monasterio Geghard eran las 7 de la mañana, por lo que el monasterio todavía estaba cerrado, así que decidimos explorar algunas de aquellas celdas y cuevas que os contamos.
Lo primero que encontramos fue una misteriosa cueva con docenas de piedras apiladas. Esto es algo que veríamos en muchos lugares sagrados en Armenia y que al parecer tiene su origen en antiguas costumbres paganas, donde estas pequeñas torres petreas simbolizaban la conexión entre el ser humano y la naturaleza. También es considerado que apilar estas piedras es como una especie de ofrecimiento con el fin de obtener bendiciones o protección de Dios.
Apilar las piedras de esta manera tiene un origen pagano, y se hace cerca de lugares sagrados como una iglesia
Al caminar un poco dentro de la misma cueva, había un espacio totalmente obscuro, y cuál fue nuestra sorpresa al hacer una foto con flash y descubrir unas imágenes con silueta amarilla que parecían mostrar a un santo y a otro hombre siendo torturado (¿o quizás era el santo siendo martirizado?)
Imágenes de un santo y una persona siendo torturada
Dejamos esta cueva para subir brevemente por la montaña y ahí nos encontramos con una gran sorpresa: la capilla de Santa Astvatsatsin, cuyo nombre en castellano sería Santa Madre de Dios. Es decir, es una capilla destinada a la Virgen María.
Esta capilla, del siglo XII y labrada en la roca en un desfiladero, es un ejemplo de la arquitectura eclesiástica medieval de Armenia.
La cantidad de detalle e inscripciones en armenio talladas en la piedra nos dejó impresionados
En el año 301 d.C. el reino de Armenia adopta formalmente el cristianismo como religión de estado, motivado por las enseñanzas de San Gregorio el Iluminador. Eran buenos momentos para este credo, ya que reyes y príncipes apoyaban esta religión para diferenciarse así de los zoroastras persas y los paganos romanos, ambos aguerridos imperios vecinos de la Armenia que comenzaba a hacerse fuerte. Por este motivo, los reyes comienzan a financiar monasterios e iglesias por los valles y montañas de todo el país, para generar así una unidad política, cultural y religiosa diferente de los otros 2 imperios. San Gregorio el Iluminador sería el encargado de fundar varias iglesias y monasterios, como es el caso de Geghard.
Armenia se estaba haciendo importante en la arena internacional. Y tan es así que incluso 2 apóstoles de Jesucristo vinieron hasta aquí para predicar. Hablamos de Bartolomé y Judas Tadeo. Judas Tadeo traía consigo una pequeña reliquia de gran trascendencia para el cristianismo: la lanza con la que aquél soldado romano atravesó el torso de Jesús mientras éste agonizaba en la cruz en Jerusalén. El monasterio Geghard llegó a albergar esta reliquia durante siglos y de ahí su nombre, ya que en castellano significa “la lanza”.
Este monasterio llegó a tener varias iglesias, capillas y barrios residenciales. Geghard era un importante manuscriptorium, es decir, un lugar donde los monjes copiaban y producían textos a mano. Por tanto, aquí se concentró el conocimiento de siglos de Europa y Medio Oriente.
No obstante, de todo esto prácticamente no nos queda nada. Las invasiones árabes que comenzaron en el siglo VII sometieron a Armenia que, aunque tenía cierta autonomía gracias al tributo que pagaban anualmente al califato islámico, monasterios e iglesias no se salvaron de ser saqueados. Y en el año 923 le llegó el turno al monasterio Geghard. El vicerregente Nasr entrando con sus tropas al monasterio mandó saquear todas las riquezas del monasterio, incendiar los manuscritos, y destruir todo lo que quedase en pie.
No sería hasta los siglos XI - XIII que el monasterio Geghard volvería a alzarse para convertirse en un importante lugar de peregrinaje durante siglos. Eso sí, para evitarse futuros ataques, en esta ocasión construirían unas grandes murallas para proteger al monasterio.
Murallas del monasterio Geghard
Como podéis ver, las puertas de las murallas ya se encontraban abiertas. Así que entremos allí para seguir viendo este monasterio. Todo lo que vemos hoy en día son construcciones principalmente del siglo XIII. Lo impresionante del lugar es que parte del monasterio está cavado en la montaña y parte edificado. Así que ¡vamos allá!
El monasterio Geghard fue un importante centro de peregrinaje en época medieval
La iglesia principal fue construida en 1215 por los hermanos Zakare e Ivane. En esta época Armenia era un estado vasallo bajo el poder de la reina Tamara de Georgia. Estos hermanos acababan de recuperar territorios armenios de los turcos. La reina Tamara, cristiana también, decidió compensarlos, puesto que gracias a la valentía de los hermanos Zakare e Ivane, las tierras musulmanas se alejaron aún más de Georgia. Estos hermanos irían obteniendo gran poder en Armenia hasta el punto de fundar la dinastía zakárida, y con ello, financiarían la construcción de numerosas iglesias y monasterios por todo el reino.
Iglesia del siglo XIII construida por los hermanos Zakare e Ivane
El escudo de los hermanos Zakare e Ivane, arriba de la ventana, estaba representado por un toro y un león
La mayoría de iglesias medievales armenias tienen como antesala lo que se conoce como gavit. Este es un lugar un poco menos “santo” que la iglesia en sí, y que servía como espacio comunitario, lugar para impartir enseñanzas, o lugar para prepararse antes de entrar a la sagrada iglesia. Gente que hubiese cometido algún pecado importante también tenía que quedarse en el gavit.
Gavit del monasterio Geghard
El techo muestra un claro estilo mocárabe de influencia persa
Gavit del monasterio Geghard
Vela en un altar del gavit del monasterio Geghard
Una vez que pasamos el gavit, llegamos a lo que es la iglesia.
De espacio más reducido, solamente unos pocos podían rezar dentro de la iglesia
Años después, Ivane tendría un hijo que se convertiría también en rey y llevaría por nombre Agat. Este nuevo rey, en 1240, ampliaría el monasterio Geghard añadiéndole una pequeña iglesia labrada totalmente en la roca.
Todo este altar se encuentra tallado en la roca de la montaña
El rey Agat mandó tallar esta pequeña iglesia en la roca
Esta pequeña iglesia, además de estar tallada totalmente en la roca, hay algo más que la hace única no solo en Armenia, sino que me atravería a decir que en el mundo, y eso es que por el suelo discurre un pequeñísimo riachuelo. Así es, aquí hay un manantial que parece ser que ya desde época pre-cristiana era considerado como un lugar sagrado.
Al parecer ya desde época pre-cristiana este riachuelo era ya un lugar sagrado
El monasterio Geghard fue puesto en venta por la familia Zakárida y fue comprado por Prosh Khaghbakian, quien era un príncipe armenio y comandante del ejército de la familia Zakárida. Gracias a sus éxitos militares, la familia Zakárida lo compensó permitiéndole fundar su propia dinastía.
Estos eran tiempos difíciles. Los mongoles habían llegado ya a la zona y estaban destruyendo todo lo que veían a su paso. Habían derrocado a emperadores, califas, príncipes y reyes, y con ellos grandes ciudades como Mrauk-U, Samarcanda o Bukhara. La fama presedía a los mongoles, por lo que los armenios buscaron aprovecharse de la situación y en vez de luchar contra este poderoso ejército se aliaron con ellos. Prosh Khagbakian mismo lideró a soldados armenios que marcharon junto con los mongoles para sitiar Baghdad, y derrotar así al califa islámico.
De esta manera, un príncipe armenio tras otro comprendieron que lo mejor era aliarse con los mongoles. Los armenios ponían soldados y armas, y los mongoles permitían que las iglesias cristianas y monasterios se vieran libres de impuestos, lo que contribuyó enormemente a las arcas de los príncipes armenios. Además de estar exentos de impuestos, los monasterios podían también adquirir tierras aledañas, y los príncipes convertirse en los abad de estos monasterios, convirtiéndolos así en verdaderos pequeños gobernantes (aunque siempre bajo el dominio mongol). Por este motivo, iglesias y monasterios comienzan a proliferar por todo el territorio a cargo de príncipes armenios, para asegurarse un poco de poder y riquezas.
Es en este contexto que Prosh Khaghbakian embellece aún más el monasterio Geghard y lo convierte en el mausoleo para su propia familia y descendientes. Él construyó un impresionante vestíbulo tallado totalmente a mano en la roca en 1283.
El escudo de armas de Prosh Khaghbakian consiste en 2 leones atados a través de un anillo, y con un águila sujetando un cordero
El escudo de armas de Prosh Khaghbakian con la Capilla de los Proshanos de fondo
Además en este mismo año manda construir a un costado la Capilla de los Proshanos. Según se dice tomaría 40 años construirla.
Capilla de los Proshanos tallada también en la roca
Eloísa y yo ya estábamos lo suficientemente sorprendidos, cuando en eso, la amable señora que barría el templo nos indica que todavía hay más. Que al salir del gavit hay unas escaleras por fuera, y que si las subimos llegaremos a otra parte del templo también tallado en la roca.
Y no estaba equivocada la señora, ya que en la parte superior se encuentra otro vestíbulo igual de impresionante que tambien alberga las tumbas de más miembros de la familia Prosh, en concreto, se encuentran las tumbas de Papak Proshyan y su esposa Ruzukana.
Habíamos tenido un muy buen comienzo con Armenia. El monasterio Geghard ha sido una excelente introducción para el país. Pero ahora era momento de movernos a unos pocos kilómetros de aquí, pero a muchos siglos para atrás, en concreto, a la época pagana de Armenia.
Este templo greco-romano es el único que existe en todo el territorio de la ex-Unión Soviética
Toda la época pagana de Armenia se ve hoy en día representada por el Templo Garni, único templo pagano de todo el país que sigue en pie.
En un principio los armenios eran adoradores de la naturaleza. Adoraban a leones, águilas, el cielo y el sol. Incluso se llamaban así mismos Arevortik (los hijos del Sol), siendo por tanto Ar, el dios Sol, el más poderoso de todos. Después, estos dioses de la naturaleza serían reemplazados por otros un poco más complejos y que ya no estaban relacionados simplemente con algo que vieran directamente en la naturaleza. Estaba Nar, diosa de la fertilidad; Nane, diosa de la sabiduría, maternidad y protección familiar; Tir, dios de la ciencia, Tsovinar, diosa del mar; y Vanatur, dios de la caza y protección. En la mitología armenia, Vanatur era el supremo dios creador del universo.
Años más tarde, el zoroastrismo llegaría a Armenia de la mano del ejército persa durante las invasiones del siglo V a.C., adoptando y adaptando dioses del panteón zoroastra a la mitología armenia. El nuevo dios más poderoso era Mihr, dios de la luz, el fuego, y el sol (y estrechamente relacionado con el dios persa Mithra). Mihr era asociado con la luz que disipa la oscuridad y guía a los guerreros.
El Templo de Garni estaba dedicado al dios Mihr.
Así que, aquí estábamos, a más de 4.000 km de Roma y a 3.000 km de Atenas, admirando este perfecto columnado templo greco-romano. ¿Y cómo llegó hasta aquí? En el siglo I d.C. Armenia era codiciada por los imperios parto (persa) y romano, lo que desembocaba en continuas luchas. Finalmente, en el año 66 d.C. el emperador romano Nerón hace un cambio de estrategia. Reconoce al príncipe parto Tiridates I como rey de Armenia. De esta manera, Tiridates I juraría lealtad a Roma, mientras que mantendría vínculos cercanos con los partos.
Tiridates I viaja a Roma para ser coronado como rey por el emperador Nerón. Y como acto de buena fe, Nerón envía a Armenia a un grupo de sus mejores artesanos así como una importante suma de dinero, con el fin de que Tiridates I pueda construir la ciudad fortificada de Garni, y en el centro de ella, el poderoso Templo al dios parto Mihr, construido en el año 77 d.C..
El Templo Garni fue construido en el año 77 d.C con fondos del emperador romano Nerón
A nosotros solo nos queda hacer uso de la imaginación, pero según relatos de la época, en el techo de este templo había una ventana que permitía entrar la luz del sol al interior. El suelo estaba cubierto por una ligera capa de agua (algunos dicen que de aceite), por lo que cuando los rayos del sol se reflejaban en este líquido creaba una especie de reflejos de lo más bellos en todo el interior del templo, realzando así la bella estatua dorada del dios Mihr que había anteriormente.
¿Cómo habría sido el interior del templo?
Tiridates I construiría además unos baños romanos y un palacio.
Restos del palacio de Tiridates I con el Templo Garni al fondo
La era de estos dioses paganos terminaría con la introducción del cristianismo en Armenia en el año 301. Si Tiridates I fue el que mandó construir el templo pagano de Garni, un descendiente suyo, Tiridates III, sería el que adoptaría oficialmente el cristianismo y quien mandaría destruir todos los templos paganos que estuviesen sobre su reino.
La transición del paganismo al cristianismo no fue fácil, e incluso en algunos casos fue hasta violenta. Como se ha mencionado, Tiridates III mandó destruir todos los ídolos, altares y templos dedicados a los ahora falsos dioses. La gente al principio rehusó dar la espalda a los dioses que los habían protegido durante siglos. A estos que rechazaron la conversión cristiana sufrieron de confiscación de tierras, exilio, o fueron ejecutados directamente. Muchos dirían que ahora eran cristianos, aunque de puertas hacia dentro seguirían practicando sus antiguos ritos paganos, sobre todo en las zonas rurales del reino. Para pensar cómo pudo ser este drástico cambio, basta con imaginar que hoy en día nuestro presidente o rey decidiera que el catolicismo ya no es la religión primordial de España, y de la noche a la mañana se destruyen las iglesias, se persigue a los sacerdotes, y se instala una nueva creencia. Definitivamente no pudo ser ni sencillo ni rápido.
Con el fin de facilitar esta transición, voluntariamente (o involuntariamente), algunas tradiciones paganas se fueron entremezclando con el cristianismo armenio incluso hasta nuestros días. Por ejemplo, el 14 de febrero era el día en que se celebraba al sol y al fuego en el calendario pagano. Hoy en día, el 14 de febrero se celebra como la presentación de Jesucristo, y donde se acostumbra saltar las flamas de una fogata simbolizando la purificación. Otro ejemplo es el de poner deseos o peticiones en pequeños papeles atados a los árboles cercanos a lugares sagrados, como una iglesia, para que Dios sea consciente de la petición y lo conceda. O la manera de apilar las piedras en lugares sagrados tal como ha sido descrito más arriba, con el fin de que Dios conceda protección.
Con el paso de los años, y ya habiendo quedado atrás la época pagana en Armenia, una iglesia cristiana fue mandada construir por el Catolicós Nerses Tayesti al lado del Templo Garni. Esta iglesia se construyó en el año 659 aunque hoy en día solo quedan sus ruinas.
Ruinas de iglesia del siglo VII
Al lado de esta iglesia se encuentra una piedra con una inscripción en cuneiforme, una de las escrituras más antiguas del mundo. Esta inscripción es del siglo VIII a.C. y habla sobre cómo el rey de aquella época llamado Argishti mandó construir un canal de agua para irrigar los campos de la zona.
Piedra con una inscripción en cuneiforme del siglo VIII a.C. detallando la construcción de un canal
Si Tiridates III mandó destruir todos los templos paganos, o sus edificaciones fueron aprovechadas para futuras iglesias cristianas, ¿cómo es que el Templo Garni ha llegado hasta nuestros días? ¿Por qué se salvó? ¿Por qué la iglesia se construyó a un lado respetando el templo? Me temo que nunca tendremos una respuesta certera de esto, ya que es uno de los grandes misterios, aunque diferentes expertos tienen diferentes teorías: algunos dicen que Tiridiates III lo dejó en pie ya que fue construido por un antecesor consanguíneo suyo. Otros piensan que porque simplemente nunca se trató de un templo, sino que en realidad era una tumba de algún rey armenio, probablemente Sohaemus. Y también hay quiénes sugieren que la hermana del rey Tiridates III, Khosrodivukht, utilizó la construcción como un palacio de verano. Quizás algún día se descubra lo que realmente ocurría dentro de las paredes del Templo Garni, pero por lo pronto deberemos de quedarnos con la única certeza que tenemos, que es una edificación de época pre-cristiana.
Desde el Templo de Garni se ven unas vistas impresionantes de la Garganta Garni.
Garganta Garni
Y si estas vistas son impresionantes, te recomendamos mejor bajar hacia el interior de la garganta, donde verás unas formaciones naturales aún más impresionantes llamada la Sinfonía de las Rocas.
Puente medieval del siglo XII con la Sinfonía de las Rocas al fondo
40 millones de años y millones de metros cúbicos de lava han creado esta maravillosa formación natural.
Caballos debajo de la Sinfonía de las Rocas
La Sinfonía de las Rocas son cientos de columnas de basalto que parecen los tubos de un órgano, y de ahí su nombre tan poético.
Estas columnas fueron creadas cuando la lava que recorrió este lugar se fue solidificando y enfriando. Millones de años después marcados por una erosión constante del viento y el agua provocaría que estas columnas tengan unas formas hexagonales o pentagonales casi perfectas.
Las columnas llegan a tener hasta 100 m. de altura, y algunas de ellas están a 50 m. del suelo, colgando totalmente de la roca.
Después de una agradable caminata de una media hora por este cañón, decidimos regresarnos al coche y dirigirnos al monasterio Khor Virap (gratis). Ya habíamos tenido la grandiosa introducción del país a través del monasterio Geghard. Ya habíamos visitado la época pagana de Armenia a través de su Templo Garni y visto la sorprendente Sinfonía de las Rocas en su patio. Ahora era momento de dirigirnos al lugar donde había comenzado todo para este país, donde se marcó un antes y un después de lo que vendría a definir su identidad, esto es: el monasterio Khor Virap, lugar donde comenzó el cristianismo en Armenia y desde donde se expandería por todo el país.
Khor Virap es hoy en día uno de los monasterios más importante de Armenia (¡si no el que más!), pero no siempre fue así. Se encuentra en una colina a escasos kilómetros de Turquía, pero esta colina antes no tenía un monasterio, sino que tenía una prisión. Y esta colina pertenecía a la ciudad de Artashat, antigua capital de Armenia bajo el reinado del rey Artashes I, y fundada en el año 180 a.C. En aquél entonces el territorio llamado “Turquía” todavía ni existía, y el reino de Armenia se extendía a miles de kilómetros alrededor de Artashat, el punto central de poder político y comercial. A la prisión Khor Virap es a donde eran llevados todos los delincuentes, gente que no pagara impuestos, o a quienes el rey quisiera encerrar ahí a su antojo.
Cuando le llega el turno a reinar a Tiridates III (años 298 al 330), Artashat era una imponente ciudad, aunque ya no era la capital de Armenia. Situada en las rutas comerciales entre Oriente y Occidente, Artashat era un hervidero de intercambio cultural, ideas y comercio; y aunque Armenia ya había escuchado del cristianismo, la religión del rey Tiridates III y que por tanto imperaba en aquellos momentos era la de los dioses paganos como Mihr y Anahita. Tiridates III tenía un consejero llamado Gregorio Lusarovich. ¿Su problema? Que Gregorio era cristiano, así que en cada oportunidad, Gregorio presto se ocupaba en atraer a más gente al rebaño de Cristo. Esto ya no gustaba a Tiridates III y su paciencia se estaba acabando. El punto explosivo llegó cuando se descubrió que el padre de Gregorio, Anak el Parto, había asesinado al padre del rey Tiridates III, el rey Khosrov, durante unas rencillas políticas incitadas por los persas.
Tiridates III estalló en cólera en contra de su consejero Gregorio y mandó que se le atara de manos y pies, y que fuera arrojado al pozo de la prisión de Khor Virap. Gregorio fue arrojado a este pozo entre serpientes y cualquier otro bicho venenoso que nos podamos imaginar, rodeado de una obscuridad absoluta. Realmente, Gregorio fue arrojado y abandonado en este pozo con la idea de que al cabo de unos días la muerte sería la otra que entrara al pozo a llevárselo.
Tiridates III encolerizado todavía por la osadía de Gregorio y todavía no satisfecho por su castigo, comenzó a perseguir a las minorías cristianas matándolas. Mientras tanto, a 4.000 kilómetros de ahí, en la poderosa capital del imperio romano, sucedía un acontecimiento que parecería inconexo con la historia de Tiridates III, pero que realmente estaría relacionado. El emperador romano Diocleciano quería casarse con una mujer, y que fuera hermosa, ¡la más hermosa de todo el imperio! Sus soldados comenzaron a buscar en cada rincón del imperio a alguna bella joven que cumpliera con las exigencias del emperador. Y la encontraron, y en Roma, se llamaba Rhipsime. ¿El problema? Que Rhipsime era una monja cristiana enclaustrada en un monasterio. Esto parecería ser un problema sin significancia para el poderoso emperador pagano Diocleciano. La abadesa Gayane intentó mediar y encontrar una solución, pero fue infructuoso. El emperador ansiaba a la monja Rhipsime.
Ante tal peligro, la abadesa Gayane tomó la arriesgada decisión de tomar consigo a Rhipsime y a otras monjas, para huir todas juntas del imperio romano, dirigiéndose al territorio más cercano, pero ya fuera del poder del emperador. Se dirigieron a Armenia.
¿Pensáis que Rhipsime y sus hermanas monjas convencieron al rey Tiridates III a convertirse al cristianismo y que así hubo final feliz? Nada más alejado de la realidad. Diocleciano estaba furioso y mandó perseguir a estas mujeres y en el camino a asesinar a todos cuantos les ayudaron. Tanta movilización llegó a los oídos de Tiridates III, por lo que tuvo curiosidad de conocer a la misteriosa Rhipsime y sus acompañantes. Y quizás por unos verdaderos atributos físicos cautivadores, o con el fin de encolerizar aún más a su enemigo Diocleciano, Tiridates III le propusó matrimonio a la monja.
Mientras todo esto sucedía, el pobre Gregorio seguía en el pozo, olvidado y subsistiendo a duras penas gracias a la caridad de una mujer cristiana que iba a llevarle un poco de pan y agua cada día a escondidas.
Rhipsime no podía creer su suerte. Había salido de la boca de un lobo para caer en la de otro. Aterrada por las consecuencias terrenales, pero confiada en su salvador celestial, único y verdadero amor, se vio obligada a también tener que rechazar la mano de Tiridates III. La monja Rhipsime ya había rechazado la mano del emperador romano y el rey de Armenia. Tiridates III ahora sí no cabía de sí por la rabia y coraje hacia los cristianos. Mandó asesinar a Rhipsime, a la abadesa Gayane, y a las otras monjas acompañantes. Tiridates III prosiguió con más ahínco y venganza la matanza de cualquier cristiano que pudiese haber en Armenia y la destrucción de sus templos. Llegó a tal punto de cólera que los escritos de la época dicen que comenzó a perder sus facultades mentales, que se comía trozos de sí mismo, e incluso otras fuentes dicen que el rey hasta se convirtió en un cerdo (aunque esta última aseveración ya nos cuesta a nosotros un poco más creerla).
Khosrovidhukt, hermana de Tiridates III, temía por la salud de su hermano (y quizás por la vida de toda la población del reino ante tal rey loco). Ella cuenta que una noche tuvo un sueño, donde un ángel se le acercó y le dijo que había un prisionero en Khor Virap que podría terminar con todos los tormentos del rey y por tanto de la población. La gente no le creía mucho a Khosrovidhukt, sobre todo porque todos pensaban que Gregorio ya habría muerto hacía mucho, ya que habían pasado 13 años de cuando lo arrojaron al pozo. No obstante, un príncipe de la corte decidió darle una oportunidad, ¿qué se podría perder? Así que el príncipe fue al pozo, tiró una cuerda, y gritó por Gregorio. Un débil y sucio Gregorio fue sacado del pozo. Fue bañado y puesto en frente del rey Tiridates III. Según se dice, en cuanto Gregorio lo vio y movido por una fuerte compasión, se hincó y comenzó a rezar por la salvación del déspota rey. Tiridates III sanó al momento, y sumamente agradecido, adoptó el cristianismo y permitió que Gregorio transmitiera estas enseñanzas a su corte, a su ejército, y a los súbditos. Todo esto ocurrió en el año 301, y a Gregorio se le pasó a llamar Gregorio el Iluminador, por ser el que trajo la luz a esta región del mundo. Él se convertiría en el primer “Catolicós” de Armenia (equivalente al Papa), y comenzaría a recorrer Armenia enseñando sobre la vida de Jesucristo y a fundar monasterios, como el Monasterio Geghard. Por su parte, Tiridates III también hizo su parte, ahora él estaría persiguiendo a los paganos y destruyendo sus altares. Mejor era encontrarse ante la palabra de Gregorio el Iluminador, que la espada de Tiridates III.
Es también probable que la decisión de Tiridates III de convertir a todo el reino en cristiano hubiera sido una decisión política más que religiosa. De esta manera, el reino de Armenia se distinguía claramente del vecino imperio romano politeísta pagano, y del imperio persa zoroastra. Se crearía una identidad nacional bajo una religión distinta a la de los imperios vecinos. Sea lo que sea, con esto, Armenia se convierte en el primer país del mundo en adoptar el cristianismo como religión oficial del estado en el año 301.
Con los huesos de la pobre Rhipsime enterrados bajo tierra en Armenia, Tiridates III pudo encontrar de alguna manera la paz en el cristianismo. Sin embargo, Diocleciano no encontró esa inspiración en ella, y profundizaría su odio en contra de los cristianos, y en el 303 es cuando comenzaría con sus persecuciones en el imperio romano en contra de los cristianos, convirtiéndolos a la fuerza o matándolos, destruyendo sus iglesias y quemando sus escrituras, todo en favor de los dioses paganos. ¿Ha podido ser el caso que esta mujer cambió abismalmente la historia de un reino y un imperio?
El pozo de Gregorio el Iluminador se fue convirtiendo poco a poco en un lugar de peregrinaje entre los cristianos. En el año 642, el Catolicós Nerses (el mismo que construyó la iglesia al lado del Templo Garni) mandó construir una capilla en el lugar del pozo. Casi 1.000 años después, en 1662, esta capilla sería convertida en la iglesia San Gregorio. A un costado del altar se encuentra un pequeño agujero con una escalera metálica, es la que nos baja hasta el pozo donde estuvo Gregorio el Iluminador por 13 años.
Interior de la iglesia San Gregorio. A la derecha del altar se encuentra el pozo donde fue arrojado San Gregorio el Iluminador
FOTO DEL MÓVIL
De hecho, el nombre del monasterio Khor Virap significa en armenio “el pozo profundo”. Por lo tanto, cada vez que escuches este nombre ya sabrás el por qué su significado.
En el siglo XII el monasterio Khor Virap se convirtió en un importante centro educativo, y en el siglo XVII se construyó la iglesia Sagrada Madre de Dios (St. Astvatsatsin).
Iglesia St. Astvatsatsin de 1662
Monasterio amurallado Khor Virap, con la iglesia St. Astvatsatsin sobresaliendo, y a la derecha la pequeña iglesia San Gregorio
Cruz cristiana de Khor Virap con la Turquía musulmana al fondo
Toda esta historia del origen del cristianismo en Armenia no pudo tener mejor telón de fondo que la montaña Ararat. De acuerdo con la biblia, antes todas las personas eran malas y vivían en pecado. Dios, enfadado, decidió enviar una inundación para que así acabara con todos los seres del planeta. No obstante, había una persona que Dios consideraba buena. Dios le pidió a esta persona, llamada Noé, que construyera una barca de madera lo suficientemente grande donde pudiera caber Noé, su esposa, sus 3 hijos y esposas, además de una pareja de cada animal sobre la tierra. Todo el mundo moriría ahogado salvo los seres vivos en el arca de Noé. Después de 40 días y 40 noches de lluvia, y 150 días de inundaciones (siempre según la biblia), Noé vio por primera vez tierra firme. Esta tierra que él vería sería la cima de “las montañas de Ararat (Génesis 8:4)”.
El Monte Ararat se encontraba en Armenia y era el símbolo y orgullo del país. Desde 1921 pertenece a Turquía
Monasterio Khor Virap con el monte Ararat de fondo
Ya con el rey Tiridates III convertido al cristianismo, le dijo a San Gregorio el Iluminador que haría lo que fuera para resarcir sus errores del pasado, como por ejemplo haber torturado y matado a unos cuantos cristianos. San Gregorio le contestó que perfecto, que porque justamente hacía unos días había soñado que Jesucristo bajaba a toda velocidad del cielo, “volando como un águila veloz y descendiendo al firmamento de la tierra” y donde con un martillo de oro golpeó el centro de una ciudad y “un terrible lamento resonó desde los abismos del infierno”. Con estas palabras, San Gregorio el Iluminador le quería hacer entender a Tiridates III que la manera para redimir de sus pecados era construyendo iglesias, y la visión indicaba el lugar exacto donde debía construirse la primera: en la ciudad de Vagharshapat, capital en aquél entonces del reino de Armenia. Así que para allá fuimos Eloísa y yo.
Llegamos a Vagharshapat por la noche por lo que nos fuimos directos a nuestro hostal Artson B&B Vagharshapat (14.112 AMD - 34 €).