Día 2: Vagharshapat, catedral Zvartnots, basílica Yereruk y (intento de) Ani

Después de un buen desayuno en el hostal, Eloísa y yo cogimos nuestras cosas y nos fuimos a descubrir la ciudad de Vagharshapat. Es en esta ciudad donde están algunas de las iglesias más antiguas del primer país cristiano del mundo. Y qué mejor lugar para comenzar que en la catedral más antigua del mundo y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: Etchmiadzin (gratis).

Vagharshapat fue la capital de Armenia desde el año 140 d.C. hasta el siglo IV d.C.. Tal como os hemos contado en el día anterior del relato, San Gregorio tuvo un sueño donde Jesucristo le indicaba el lugar donde éste debería de fundar la primera iglesia de Armenia, así que San Gregorio el Iluminador y Tiridates III se dirigieron para allá. En el lugar había un antiguo templo zoroastra. Pero Tiridates III estaba convencido que ahora sería el Dios cristiano quien habitaría en este reino, así que mandó construir una iglesia sobre este templo pagano (recientemente se ha descubierto debajo del altar los cimientos de este primer templo pre-cristiano).

Empezada a construir en el 301, la primera iglesia que construyó San Gregorio el Iluminador fue una modesta construcción de madera que sería terminada en el año 303 d.C. y le llamaría Etchmiadzin, que en castellano significa “el descenso o la venida del hijo unigénito”. El nombre comenzó a calar al punto que hoy en día mucha gente conoce a esta ciudad por el nombre de su catedral.

Aunque la edificación era modesta y sencilla, lo que tenía verdadera relevancia era la nueva institución que San Gregorio el Iluminador estaba creando: la iglesia apostólica armenia, y donde San Gregorio se convertiría en el primer catolicós, es decir, el patriarca de la iglesia armenia. El catolicós armenio es el equivalente al Papa en el mundo católico. A partir de aquí los sucesivos catolicós residirían en Etchmiadzin y es por eso que a esta ciudad se le conoce como el “vaticano armenio”. Hoy en día además de la residencia del catolicós y la catedral se encuentra un monasterio, otras iglesias y oficinas administrativas.

Pero de vuelta a la pequeña iglesia de madera construida por San Gregorio, veremos que ha tenido un largo recorrido lleno de vicisitudes. En el año 367 el rey persa Sapor II invadió Armenia e intentó convertir de vuelta a la jovencísima Etchmiadzin a sus orígenes zoroastros. Y no solo a esta iglesia, sino a todo el país. Los armenios resistieron y lucharon contra las tropas persas. Pueblos fueron arrasados pero la gente buscaba refugio en Etchmiadzin y ésta se convirtió en un punto de encuentro para organizarse y seguir resistiendo.

En el año 451 a más de mil kilómetros de la catedral se efectuó un concilio en la ciudad de Calcedonia (hoy Turquía) que tendría importantísimas consecuencias para Armenia. Obispos de todo el mundo cristiano se reunieron para discutir sobre la esencia de Jesucristo: ¿tenía 2 naturalezas (una divina y una humana) que convivían separadamente pero en armonía dentro de su ser? ¿O tenía una única naturaleza que era mezcla de lo divino y humano? Los obispos armenios se quedaron sin poder asistir ya que se encontraban dentro de Etchmiadzin protegiéndose del infierno de la guerra persa que todavía sucedía fuera de sus muros. Sin los obispos armenios, la conclusión del concilio fue que Cristo tenía 2 naturalezas a la vez. No obstante, la iglesia armenia no estuvo de acuerdo con esta conclusión, motivo por lo que todavía hoy en día la iglesia armenia está diferenciada de la iglesia católica.

Para el año 484 el tratado Nvarsak fue firmado entre armenios y persas donde, estos últimos cansados por años de guerra y obstáculos, decidieron brindar a los perseverantes armenios libertad de religión y autonomía de gobierno (aunque siempre bajo el poder persa). Y es precisamente en estos años cuando Etchmiadzin pasa de convertirse de una humilde iglesia de madera a una de piedra como la que conocemos hoy en día. Seguramente los armenios quisieron aprovechar la oportunidad de hacer una catedral más duradera ante posibles futuras invasiones.

Catedral de Etchmiadzin 

Diferentes guerras y cambios de gobierno provocaron que el catolicosado se fuera moviendo durante siglos allá donde estuviese la nueva capital de Armenia. En el siglo V y debido a los ataques persas el catolicosado pasa de Etchmiadzin a la ciudad de Dvin, nueva capital de Armenia. Después, en el año 931 pasa de Dvin a Akhtamar, luego a Ani, y después a Cilicia, donde un nuevo reino de Armenia había sido instalado en la actual Turquía en 1198. Finalmente en 1441 se tomó la decisión de regresar nuevamente a Etchmiadzin y volver a embellecer la catedral. A pesar que el catolicosado se estuvo moviendo durante siglos, para la gente de calle Etchmiadzin nunca perdió su importancia espiritual.

La catedral Etchmiadzin sirvió como punto de encuentro durante las convulsas guerras persas

En 1604-1605 los persas otra vez entraron en guerra pero esta vez no contra los armenios, si no contra los turcos. ¿El problema para los armenios? Que la arena de batalla fue sobre el suelo armenio. ¿Y el siguiente problema (para los armenios también)? Que Persia aplicó una política de “tierra quemada”, es decir, donde fue destruyendo toda Armenia con el fin de que los turcos no encontraran ni campos que cultivar ni pueblos que saquear. A Etchmiadzin le llegó su turno. El imperio persa había hecho desplazamientos forzosos de armenios hacia el imperio, en concreto a la ciudad de Isfahán (actual Irán) donde construyó un nuevo barrio para los armenios llamado Nueva Julfa. Piedras de la catedral de Etchmiadzin fueron transportadas hasta Nueva Julfa para la nueva iglesia que se construiría ahí con el fin de hacer sentir más como “en casa” a los recién desplazados. Este traslado de cristianos armenios trajo una enorme ventaja al imperio persa ya que hay que recordar que Europa era mayormente cristiana. Así, los persas podían ganarse favores comerciales o políticos ya que ahora el imperio persa contaba también con una importante comunidad cristiana.

 

Catedral armenia en Isfahán, Irán

 

Durante el genocio armenio (1915-1923) muchos armenios huyeron de los turcos y buscaron refugio, como en tantas ocasiones siglos atrás, en la catedral de Etchmiadzin.

Sacerdotes paseando en frente de la catedral Etchmiadzin

Techo del campanario

Obviamente San Gregorio el Iluminador no podía imaginar que todo esto iría a ocurrir en la iglesia que él recién había fundado en el año 303. Y ya con el trabajo hecho y en frente de su pequeña iglesia de madera, le preguntó al rey Tiridates III que dónde había martirizado a la monja Rhipsime, aquella que había rechazado el amor del rey. El rey le mostró el lugar y entonces allí San Gregorio le dijo al rey que sería bueno construir un martyrium en señal de remordimiento. El martyrium fue destruido por el rey persa Sapor II mencionado más arriba en el año 363. Finalmente en el año 618 se construiría la iglesia que vemos hoy en día, llamada iglesia Santa Rhipsime (gratis) también Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Antiguas murallas defensivas de la iglesia Santa Rhipsime

La iglesia se construyó en el siglo VII donde la Santa Rhipsime fue martirizada

De vuelta con nuestros amigos San Gregorio el Iluminador y el rey Tiridates III era momento de otra confesión por parte del monarca. El rey Tiridates III le confesó a San Gregorio que después del rechazo de la monja Rhipsime fue detrás de la abadesa Gayane, aunque esta también le negó su corazón. Por lo tanto, también sufrió el mismo fin que su compañera: tortura y muerte. San Gregorio suspiró y le pidió que le mostrara el lugar donde todo esto había acontecido, y así que ahí también fundó un martyrium en honor a Santa Gayane. Este martyrium fue transformado en la iglesia que vemos hoy en día en los años 630-641.

 
 

Santa Gayane nunca se imaginó que en frente del lugar donde estaba siendo torturada se abriría años después un lugar de fisioculturismo.

 
 

Si recordáis la historia, Rhipsime y Gayane venían acompañadas de unas 35-43 monjas (las fuentes varían). No tenemos constancia histórica que Tiridates III también hubiera intentado su suerte con cada una de ellas, pero sí sabemos que también fueron martirizadas y asesinadas en otra parte de Vagharshapat (Etchmiadzin), así que para allá fuimos Eloísa y yo.

En el lugar del martirio se levanta hoy una pequeña iglesia de 1694 llamada Shoghakat (gratis), que en castellano significaría “gota de luz” por el supuesto rayo de luz que descendió del cielo marcando el lugar donde las monjas habían sido torturadas.

Con esto habíamos terminado de ver las iglesias de Etchmiadzin, ahora era momento de coger el coche y desplazarnos tan solo 4 kilómetros hacia las majestuosas ruinas de la iglesia Zvartnots (gratis), también Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Como hemos visto, San Gregorio había fundado numerosas iglesias y monasterios. Ahora era tiempo de que alguien le dedicara una iglesia a él. Y ésta es Zvartnots, que en armenio significa “ángeles celestiales”. La mandó construir el catolicós Naser III “El Constructor”.

Hoy en día solo nos quedan las ruinas de esta iglesia, pero se ven tan místicas y magníficas con el monte Ararat de fondo que bien merece la pena verlas. Esta iglesia fue mandada construir en 642. Si lo que hoy vemos impresiona, en su época debió de ser vislumbrante. Con sus 49 metros de altura originales, Zvartnots fue la edificación religiosa más alta de toda Armenia.

Las columnas que aun quedan en pie miden entre 5 y 6 metros de altura

Maqueta que muestra la apariencia original de Zvartnots

Como se puede ver en la maqueta, la iglesia originalmente constaba de 3 plantas. Una de sus particularidades es que tenía una forma redonda en lugar de cuadrada.

Otro aspecto único de esta iglesia son sus capiteles con diversos motivos, influencia probablemente bizantina o persa. Los bizantinos gustaban de utilizar el águila como símbolo de poder y protección divina. A los persas les gustaba también poner capiteles con formas de animales poderosos, como toros o águilas, donde también simbolizaba el poder.

Capitel de Zvartnots con un águila

Definitivamente esta iglesia estaba construida para impresionar y parece que logró su cometido con el emperador bizantino Constantino II. Según cuenta la leyenda el emperador quedó tan impresionado que quiso construir algo similar en su ciudad natal de Constantinopla, pero al arquitecto que se le encargó tal labor murió en su viaje entre Armenia y la capital del imperio bizantino.

Columnas de Zvartnots con el monte Ararat de fondo

Una de las entradas a la catedral

El siglo VII, siglo en el que fue construida esta catedral, fueron años convulsos porque una nueva religión y fuerza militar estaba irrumpiendo en el tablero internacional. Imponentes ciudades de imperios temblaban al ver cómo caía una después de otra ante un poderoso ejército salido de las dunas del desierto. Algunos decían que las victorias de este nuevo ejército se debían a que el único y verdadero dios estaba de parte de ellos. Hablamos del Islam y sus miles de seguidores árabes que a caballo y espada fueron conquistando pueblos y ciudades. Durante siglos persas y romanos (y después bizantinos) habían estado luchando mutuamente sin que ningún imperio hubiera podido destruir al otro. Lo que esos 2 imperios no lograron en siglos, los árabes lo consiguieron en apenas 20 años de luchas, quedando el imperio persa y parte del imperio bizantino bajo el poder de los árabes.

Ahora los árabes se encontraban en las puertas de Armenia y poco o nada podía hacer este pequeño reino cristiano. La capital de Armenia en esta época, Dvin, ya había caido, y por precaución el catolicós Naser III decidió mover su palacio de Dvin a Zvartnots, por lo que hoy en día podemos ver aquí todavía las ruinas de su palacio, que fue la edificación civil más grande de toda Armenia en la época.

Restos del palacio del catolicós Naser III

Los árabes llegarían a dominar a Armenia, convirtiéndolo así en el emirato de Armenia desde el 661 hasta el siglo X. Ya para este siglo la iglesia de Zvartnos se encontraba totalmente en ruinas. Se desconoce si el motivo fue un poderoso temblor o si fue por los constantes ataques de los árabes.

Ruinas con inscripciones en armenio y el monte Ararat de fondo

Esta noche la pasaríamos en Gyumri (a 2 horas en coche de donde nos encontrábamos), y todavía no sabíamos bien qué iba a pasar, ya que queríamos visitar la basílica Yereruk, y sobre todo, visitar la mítica Ani, capital medieval armenia cuando este reino se encontraba en su máximo esplendor. Pero no sabíamos cómo íbamos a llegar hasta ella, ya que las guerras y cambios de fronteras han decidido que por el momento Ani pertenezca a Turquía. Pero sabíamos que había un lugar desde Armenia donde se alcanzan a divisar sus antiguas murallas, cúpulas y campanarios derruidos de cientos de iglesias…. eso sí…. esta histórica ciudad abandonada se encuentra cerca de la frontera que divide ambos países enemistados. Y esa frontera está vigilada por los rusos… sí… los rusos… (una remanencia de la Guerra Fría) esto significaba que había que solicitarles permiso a ellos para llegar lo más cerca posible de la frontera con Turquía, y desde ahí poder vislumbrar la grandeza de Ani. ¿La alcanzaríamos a ver? Os lo contaremos más adelante. Por lo pronto, como no sabíamos cómo se iba a desarrollar el resto de la tarde, cogimos el coche y nos fuimos para la basílica Yereruk.

 

Poco antes de llegar a la basílica Yereruk se encuentra este antiguo monumento comunista con orificios de bala

 

Yereruk (gratis) es una misteriosa basílica de la que poco se conoce. A pesar de su grandeza arquitectónica por algún motivo no aparece mencionada en ningún documento histórico encontrado hasta la fecha. Esto resulta extraño puesto que esta basílica es uno de los monumentos cristianos más antiguos de todo el país (siglo IV) y que se cree que tuvo gran importancia en los años que estuvo activa.

Una de las entradas de la basílica

Ruinas de la basílica Yereruk

Interior de la basílica Yereruk

Ya estando aquí decidimos visitar el aledaño pueblo llamado Anipemza, que resultó ser mucho más interesante de lo que esperábamos. Es un pueblo construido principalmente de piedra volcánica. Anipemza fue creado en 1926, vio su crecimiento económico en 1938 hasta llegar a 3.000 habitantes, y hoy en día sus pocos centenares de habitantes se encuentran sumidos en la pobreza, tanto que Eloísa y yo pensábamos que era un pueblo abandonado. La única vida que veíamos eran yerbas saliendo de cualquier grieta de sus calles, edificios y ventanas quebradas aquí y allá… hasta que de pronto vimos a unas personas salir de un edificio que se nos quedaban mirando fijamente, quizás sorprendidas por ver a unos extranjeros en este lugar.

Este pueblo fue habitado principalmente por los huérfanos del genocidio armenio (1915-1923) y por prisioneros de la Unión Soviética que eran enviados a este pueblo a realizar trabajos forzosos en la cantera, desde donde se extraían piedras para construir numerosos edificios de Yereván, la actual capital de Armenia. Hasta 1985 este pueblo se encontraba fuera del alcance de cualquier persona, ya que durante la época de la Unión Soviética solo se podía entrar con un pase especial.

Hoy en día cualquiera puede entrar para ser testigo de las decrépitas casas y edificios donde antes había farmacias, bibliotecas, y hasta un centro cultural. Lo único que parece atestiguar aquél reciente pasado donde los rusos estuvieron aquí es un monumento de una bandera rusa y armenia una al lado de otra connotando una (¿forzosa?) amistad.

 

Banderas de Armenia y Rusia en el pueblo de Anipemza

 

Ahora sí era momento de intentar llegar a Ani. Tal como os hemos comentado, Ani hoy en día se encuentra en Turquía. Sabíamos que no seríamos capaces de visitar la ciudad, ya que la frontera armenia y turca se encuentran cerradas a cal y canto por siglos de enemistad. No obstante, sabíamos que hay un punto en Armenia desde donde se pueden ver las ruinas de Ani. Este lugar se llama Kharkov, pero se encuentra en tierra de nadie, es decir, en una zona entre la frontera de Armenia y la frontera de Turquía. Esta zona es vigilada por los rusos, y es por eso que en teoría hay que solicitarles un permiso para que te acerquen lo más posible a la frontera turca y alcanzar a ver Ani. En numerosas páginas de Internet se menciona que la manera para solicitar el permiso es a través de algún Ministerio de Armenia. Pero la verdad es que lo intenté y no vi manera.

Por lo tanto, nuestra opción era dirigirnos directamente al punto de control de los rusos (que se encuentra antes de Kharkov) y ver qué sucedía. Nuestro GPS nos indicaba que detrás del monumento de las banderas había un camino que nos llevaría directamente ahí. No obstante, el camino era de tierra y bastante malo el terreno, por lo que temí dañar el coche de alquiler.

Probamos una segunda opción, que era dirigirse por autopista hasta el pueblo de Aniavan, y de ahí tomar el camino de tierra llamado “Kharkov Road”. La verdad es que también era un camino en bastante mal estado, pero bueno, las ganas de ver Ani eran más grandes que el bienestar del coche.

“Kharkov Road”, el camino que nos llevaría al puesto militar ruso, para intentar que los soldados nos acercaran a Ani

Después de casi una hora para recorrer unos pocos kilómetros ¡llegamos finalmente al punto de control de los rusos! Pero estaba desatendido…. no había nadie vigilando. Una enorme valla nos cerraba el paso y no había nadie a quién pedir el permiso para cruzarla y adentrarnos a esa tierra de nadie.

Puesto militar ruso…no había nadie

Al menos el trayecto hasta aquí durante el atardecer nos dejó unas vistas increíbles.

Teníamos todavía un as bajo la manga. Una tercera opción. Deshacer el camino de tierra de “Kharkov Road” y volver a tomar la autopista para esta vez dirigirnos al pueblo Haykadzor. Nos alejábamos cada vez más de Ani pero al menos Haykadzor se encuentra 100% en Armenia, entonces no había permisos qué pedir a los rusos ni nada raro. Lo único malo es que Haykadzor se encuentra ya a varios kilómetros de distancia de Ani por lo que se ve de esta antigua ciudad realmente es muy poco, por no decir nada.

Ani, la ciudad de las mil iglesias, se encuentra ya del lado turco… en otra ocasión tocará conocerla.

Ani, la ciudad que fue conocida como “la ciudad de las mil iglesias” se nos resiste. Turquía deja que sus centenares de iglesias se caigan a pedazos por el paso del tiempo, y todo esto en frente de los pobres ojos de los armenios que ven con lágrimas cómo una de sus máximas capitales históricas, ¡si no la más relevante de todas ellas! desaparece poco a poco para caer en el olvido. El arte, comercio, y fuertes convicciones religiosas que alguna vez florecieron en esa ciudad parece ser que se habrán silenciado para siempre.

Antigua iglesia que pertenecía a la ciudad de Ani a través de la alambrada de púas

El sol ya se estaba metiendo detrás de las montañas. Pronto habría obscuridad total y todavía faltaban varios kilómetros para llegar hasta Gyumri, así que nos subimos al coche y nos fuimos un poco decepcionados de no haber podido ver de más cerca Ani.

En Gyumri nos alojamos en Sweet House (6.120 AMD - 14,95 €), que es un AirB&B en una casa. Por este precio tuvimos una habitación con cama doble y baño privado. Y 2 perros que estaban en el patio que siempre uno de ellos me gruñía al tener que salir.

En Gyumri solamente pasamos la noche para el día siguiente dirigirnos hacia las montañas del norte, en la frontera con Georgia. Así que ya nos vamos a dormir y mañana os contaremos más.

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Día 1: Monasterio Geghard, Templo Garni, Sinfonía de las rocas y Monasterio Khor Virap

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