Día 3: Monasterios Adzun, Sanahin, Haghpat y Akhtala
Hoy nos levantamos antes del amanecer. Cogimos nuestras mochilas y atravesamos el patio de la casa donde nos alojamos para dirigirnos al portal de la calle con dirección al coche. Todo estaba en silencio, salvo los apagados ladridos del perro que me ladraba furiosamente desde el otro lado de la ventana de la casa.
Arrancamos nuestro “Siat” blanco con el perro todavía ladrándome desde el interior de la casa al otro lado de la calle. Salimos de Gyumri con el sol en el horizonte. Todo era de un color dorado y una baja bruma sobre los verdes campos. Pasamos por antiguas fábricas abandonadas de la época de la Unión Soviética con enormes estatuas frente a ellas mostrando fuertes obreros e idílicas familias. Después de una hora dejamos los campos verdes para comenzar a ascender por las montañas del norte de Armenia. A partir de ahora toda la carretera sería por montaña para dirigirnos a una serie de monasterios a escasos kilómetros de la frontera con Georgia.
Eloísa y yo todavía veníamos con el mal sabor de boca por no haber podido ver Ani el día anterior. No obstante, como premio de consolación, hoy veríamos algunos monasterios que fueron construidos por los poderosos monarcas de Ani hasta estas montañas, a más de 200 kilómetros de aquella ciudad capital.
Antes de llegar a esos monasterios construidos por los monarcas de Ani, llegamos al monasterio Odzun. Este monasterio se encuentra en una pequeña villa que lleva el mismo nombre. Aunque el monasterio no es de los más impresionantes que verás en tu viaje, el entorno donde se encuentra sí que es impresionante con el cañón Debed de fondo.
Iglesia Odzun con el cañón Debed al fondo
¿Qué pasa si metes un golazo?
Eloísa caminando por el filo del cañón Debed
Se piensa que el origen de la palabra “Odzun” proviene de la palabra armenia “otsel”, que significa “ordenar”. Según cuenta la historia, o la leyenda, el discípulo de Jesús llamado Santo Tomás se dirigió a Armenia desde Tierra Santa. Ya en Armenia, se puso a ordenar sacerdotes y obispos en el lugar donde actualmente se encuentra el monasterio Odzun, más concretamente la iglesia Astvatsatin (Santa Madre). Según se dice que el apóstol Santo Tomás, antes de dirigirse a la India, enterró en este lugar el manto de Jesucristo que traía desde Jerusalén.
Debido a estos sucesos San Gregorio el Iluminador y el rey Tiridates III decidieron construir la iglesia Astvatsatin entre los años 303-313. Esta era una pequeña iglesia de sólo una nave que quedó destruida en el siglo V a causa de un terremoto.
Interior de la iglesia Odzun. Según la leyenda el manto de Jesucristo se encuentra enterrado debajo del altar
Puerta en la iglesia Odzun
En el siglo VIII la iglesia sería mandada reconstruir y ampliar tal como la conocemos ahora por órdenes del catolicós Hovhannes II Odznesti (que, como su nombre sugiere, provenía de Odzun). A un costado de la iglesia se encuentra un monumento único en toda Armenia por su singular forma.
¿Qué son las columnas de la izquierda? ¿Una tumba? ¿Un monumento? Nadie sabe qué representa esta pieza única de toda Armenia
Esta curiosa estructura, de los siglos V-VI, muestra escenas bíblicas y otros motivos cristianos, por lo que no se sabe si su único fin era conmemorar la propagación del cristianismo en Armenia, o si era una tumba funeraria de algún personaje ilustre.
Ahora era momento de dirigirnos a los complejos monásticos Sanahin y Haghpat. Estos monasterios tienen varias cosas en común. Ambos fueron construidos por la reina Khosrovanuysh, y engrandecidos por sus hijos Kiurike y Smbat. Ambos monasterios se convirtieron en grandes centros de enseñanza entre los siglos X y XIII atrayendo a cientos de alumnos y enseñantes de toda la región a estudiar en sus bibliotecas y debatir en sus academias. Teología cristiana, filosofía (aristotélica y platónica), ciencias (matemáticas, astronomía y medicina), arte (música e ilustración de manuscritos) y traducciones (del griego, siriaco y árabe) se enseñaron en estos monasterios.
El nombre del monasterio Sanahin significa “más antiguo que ése (haciendo referencia a Haghpat)”; mientras que Haghpat significa el de las “fuertes murallas”. La reina Khosrovanuysh decidió poner en ambos monasterios un relieve de piedra mostrando a los hermanos sosteniendo juntos la iglesia. Es el primer relieve de este tipo en toda Armenia y que sellaría por siempre la buena relación entre ambos poderosos hermanos.
Los hermanos Kirurike y Smbat, futuros reyes, sosteniendo la iglesia como símbolo de su unidad
La reina y sus hijos construyeron con tal belleza estos monasterios, y tal fue su importancia e influencia para la diseminación del conocimiento, que ambos monasterios se convierten en Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1996. No obstante, así como el ser humano puede crear grandes obras, también las puede destruir. Y es aquí donde los paralelismos continúan. Ambos monasterios se encuentran tan solo a unos 3 km de distancia uno de otro, por lo que las viscicitudes de uno son las viscicitudes del otro. Ambos fueron destruidos por los selyúcidas primero, y por los mongoles después.
Ya que ambos monasterios comparten historia, contaremos la historia enfocándonos en Sanahin primero, y cuando llegue el momento de hablar de Haghpat lo haremos más como una “visita virtual” recorriendo el sitio sin centrarnos tanto en su historia.
Así que, ¡empecemos por Sanahin! (XXX€)
En el año 928 el rey Abas I construyó la primera iglesia, la llamada Astvatsatsin (Santa Madre de Dios), siendo ésta la primera edificación del complejo Sanahin.
Entrada a la iglesia Astvatsatsin, en el complejo Sanahin
La iglesia de Astvatsatsin es del siglo X
La gente aclamaba a su rey, ya que él lideraba un reino que había puesto fin a 2 siglos de dominación musulmana. Por ello, Abas I se dedicó a construir iglesias en todos los rincones de su recién recuperado reino hasta el último confín, como donde nos encontramos ahora mismo, ya que donde nos encontramos ahora es en uno de esos extremos de aquél antiguo reino suyo. Su capital estaba en Kars, actual Turquía.
Abas I muere en 953, dejando su reino a sus 2 hijos: Ashot III y Musheg.
Ashot III se convertiría en el nuevo rey de Armenia, y sería él quien trasladaría la capital de Kars a Ani, y desde esta urbe gobernaría el cada vez más poderoso reino de Armenia. Ashot III se casó con la reina Khosrovanuysh, y mientras él financió monasterios, escuelas y hospitales para Ani, la reina Khosrovanuysh lo hizo para el resto del reino, tal como la iglesia Amenaprkich (Santo Salvador), que la construye en el año 966 a unos metros de la iglesia de su difunto suegro, y comenzando así a dar forma al complejo Sanahin.
Interior de la iglesia Amenaprkich, mandada construir por la reina Khosrovanuysh
El tiempo pasó y los reyes Ashot III y Khosrovanuysh tuvieron 2 hijos: Smbat II y Kiurike. El primero heredaría el reino de Armenia y su trono seguiría estando en Ani, mientras que el segundo fundaría la dinastía Kiurikiana y gobernaría Tashir-Dzoraget, un nuevo reino vasallo bajo las órdenes de Armenia. Los monasterios Sanahin y Haghpat se encontraban en este nuevo reino.
Teniendo como patronos al rey de Armenia, y al rey vasallo del nuevo reino donde se encontraban Sanahin y Haghpat, el futuro de ambos monasterios estaba garantizado. Por si esto fuera poco, en el año 979 el rey Smbat II decide que Sanahin será la sede del obispo del reino de Tashir-Dzoraget; es decir, aquí se encontraría el segundo nivel de máxima autoridad después del catolicós según la jerarquía de la iglesia armenia. Esto le otorgó gran poder a Sanahin, atrayendo así a grandes filósofos, maestros y estudiantes. Los hermanos, aprovechando este ímpetu cultural y de conocimiento, decidieron construir también una academia dentro del monasterio. En esta escuela se enseñó teología, filosofía, retórica, música, medicina y otras ciencias.
Los mejores alumnos de toda Armenia se sentaron entre estas columnas escuchando a profesores de máximo prestigio
Entre las grandes figuras que atrajo el monasterio de Sanahin estuvo Dioscoros Sanahtesi, un notable poeta, filósofo y académico de la época medieval. Él consideró que era momento de que el monasterio contara también con una biblioteca, por lo que ésta se construyó por su iniciativa y bajo el mandato de la reina Hranush en 1063.
Vista externa de la biblioteca
Pared de la biblioteca con algunas inscripciones en armenio
La biblioteca de Sanahin, o scriptorium, se convirtió en un renombrado centro de aprendizaje y cultura. Si pudiéramos entrar a la biblioteca de aquella época veríamos a escribas y monjes copiando, ilustrando, traduciendo, y encuadernando textos religiosos, crónicas históricas, tratados filosóficos, trabajos científicos y obras literarias.
No obstante, mientras aquí se socializaba el conocimiento entre la paz de estas verdes montañas, a casi dos mil kilómetros, en el desértico Mar de Aral, en Asia Central, había una confederación de tribus turcas llamadas “Oghuz”. Estas tribus nómadas, lideradas por una familia llamada Selyúcida, deciden salirse de sus tradicionales fronteras y a caballo y espada arrasan con todo aquél que se interpuso en su camino. Esto sucede alrededor del año 1040. Primero avanzan hacia el este, Afganistán, acabando con las monarquías que ahí había. De allí, voltean hacia occidente. Estos jefes tribales no sabían leer ni escribir. Ni falta que les hacía. Un poderoso guerrero podía conseguir el suficiente oro para pagar a 100 burócratas que leyeran y escribieran por él. A pesar que los selyúcidas saquearon ciudades e imponían onorosos tributos, preferían seguir siendo fieles a sus costumbres nómadas y vivir en yurtas (eso sí, por dentro acondicionadas con el mayor lujo y gloria que se pudieran permitir).
Al avance de sus conquistas, estas tribus se encontraron y adoptaron el Islam. No tanto por seguir una guía ética y espiritual, si no más bien para adoptar la religión más poderosa del momento.
Estas batallas y enfrentamientos se iban cada vez acercando más a los monasterios Sanahin y Haghpat. Finalmente, en el año 1071 estos guerreros turcos musulmanes se encontraban a las puertas de ambos monasterios. Y a escasos 300 kilómetros de aquí, a las afueras de un pequeño pueblo llamado Manzikert (en actual Turquía), hubo un acontecimiento que provocó un gran shock en todo occidente y el mundo cristiano: los selyúcidas se encontraron en batalla con el emperador bizantino Romanus Diogenes. Destruyeron su ejército de 100.000 soldados y por primera vez en la larga historia del imperio, un emperador bizantino era hecho prisionero. Y el mundo todavía no lo sabía, pero estos turcos habían llegado a estas tierras para quedarse, creándose así siglos después Turquía.
Sanahin y Haghpat tenían poco bueno qué esperar. Estos dos monasterios, junto con cientos más por toda la región, fueron saqueados y destruídos. Los monjes fueron asesinados y la población se esparció.
Monjes arriesgaron sus vidas huyendo con manuscritos ocultos intentándolos salvar del pillaje o la destrucción. Con el monasterio Sanahin en ruinas, su población desplazada, y su biblioteca diezmada, su capacidad como centro de fe y enseñanza declinó enormemente durante estos años. En 1113 el reino de Tashir-Dzoraget había dado también su último respiro ante la fuerza de los selyúcidas.
Cuando todo parecería que había acabado para estos monasterios, la historia dio un vuelco.
Se juntaron una serie de eventos que permitieron debilitar a los selyúcidas hasta su expulsión del cáucaso. Primero, en la vecina Georgia, el rey David IV comenzó a arrebatarle territorios a los selyúcidas, apoyado además por una fuerte resistencia tanto de georgianos como armenios en diferentes puntos de la región. Todo esto fue acompañado por guerras internas entre los selyúcidas por poder, y el tiro de gracia lo vino a dar la familia Zakaría (aquella que embelleció el monasterio Geghard), aliada de la ahora poderosa reina Tamara de Georgia.
Para finales del siglo XII la familia Zakaría había recuperado ya grandes pedazos de territorio, incluido donde se encuentran los monasterios Sanahin y Haghpart. Ambos monasterios volverían a tener en este periodo un resurgimiento como importantes centros religiosos y políticos.
En Sanahin se reanudaron las obras y se construyó el gavit, o vestíbulo, de la iglesia Amenaprkich en 1181.
Interior del gavit de Amenaprkich
Columna con cruces e inscripciones
Pequeña tumba de niño en el suelo del gavit
En 1211 le llegó el turno a la iglesia Astvatsatsin y se construyó su impresionante gavit.
Gavit de la iglesia Asvatsatsin
Exterior del gavit de Astvatsatsin con la iglesia Amenaprkich de fondo
Así mismo, también se construyó el campanario entre 1211 y 1235.
Para dirigirnos ahora al complejo de Haghpat teníamos que primero bajar esta montaña, cruzar el río Debed, y ascender otra montaña. Aquí es donde nos encontramos con el puente de Sanahin. El puente fue construido por la reina Vaneni en 1193, cuyo joven esposo murió a la edad de 19 años. Según se dice el puente fue construido para poder transportar el cuerpo de su amado hacia el sepulcro de la familia en el monasterio Sanahin.
El puente Sanahin es del siglo XII
Nuestra siguiente parada fue el monasterio Haghpat (XXX €). Se encuentra en un hermoso enclave que deja a uno con la boca abierta admirando esas montañas.
Monasterio Haghpat
Como ya os hemos adelantado, aquí no volveremos a repetir toda la historia, ya que los grandes hitos son muy similares a los del monasterio Sanahin. Haghpat fue también construido por la reina Khosrovanuysh en 976. Al igual que Sanahin, fue también un centro de enseñanza muy importante gracias a su biblioteca, y también fue destruido por los selyúcidas primero y los mongoles después. Así que en esta ocasión os iremos contando sobre el complejo según os los vais encontrando en vuestra visita.
Al acercarse al complejo, lo primero que uno ve son sus antiguas murallas motivo por el que se debe su nombre (Haghpat significa “fuertes murallas”).
Quisiéramos pensar que estas “fuertes murallas” antes eran más imponentes
Una vez atravesadas las murallas, con lo primero que uno se encuentra es con la iglesia San Nshan, mandada construir por la reina Khosrovanuysh en honor a sus hijos entre los años 976 y 991. Según cuentan algunas fuentes la iglesia fue construida por el prominente arquitecto Trdat, quien después fue contratado para reparar la cúpula del Hagia Sophia en Estambul.
La iglesia San Nshan es el edificio más antiguo de todo el complejo
Para entrar a la iglesia, uno primero tiene que entrar por su gavit, construido en 1208 por el abad Hovhannes.
El gavit de San Nshan es uno de los más impresionantes que vimos en Armenia
En el lugar que ocupa el gavit anteriormente se encontraba el mausoleo de la familia kiurikiana (del hijo de la reina que construyó la iglesia San Nshan). Por algún motivo años después se decide construir este imponente gavit, dejando suelo tapizado de decenas de tumbas de príncipes y princesas.
Mujer rezando en el interior del gavit sobre antiguas tumbas
Velas iluminando kashkars
Una vez que cruzamos este gavit llegamos a la iglesia San Nshan, donde todavía podemos disfrutar de algunos frescos que se conservan en sus paredes.
Siguiendo con nuestra visita, y a un lado de esta iglesia, nos encontramos después con la capilla Hamazasp, que tiene un gavit decenas de veces mayor que la pequeña capilla (de hecho, es el gavit más grande de toda Armenia con sus 330 m2).
El imponente gavit y su pequeña capilla fueron construidos en 1257 por el padre Hamazasp
Entre la iglesia San Nshan y la capilla Hamazap hay un pequeño pasillo que nos lleva directo hacia la biblioteca de Haghpat.
Tumbas en el suelo con la biblioteca al fondo
Si la biblioteca de Sanahin fue importante, la de Haghpat lo fue aun más debido a la riqueza de libros y manuscritos que albergaba.
Los agujeros en el suelo son jarros donde los monjes solían mantener fresco el vino y productos lácteos
La biblioteca fue construida en el siglo XI. Y durante los siguientes 2 siglos los abads de Haghpat se propusieron la (no fácil) labor de recopilar “todos” los libros que hubiese en Armenia. Aquellos que no podían ser obtenidos, se copiaron palabra por palabra, letra por letra, con el fin de tener una copia en la biblioteca de Haghpat. Con esto, la biblioteca se convirtió en el primer repositorio de libros de toda Armenia. Según se dice, durante los ataques selyúcidas y mongoles los monjes escondieron el mayor número de manuscritos que pudieron en las cuevas de las montañas alrededor de Haghpat. Una leyenda cuenta que en siglo XIII los mongoles estaban torturando a los abads para que les dijeran dónde se encontraban los manuscritos, a lo que los monjes contestaron recitando un evangelio de la biblia (Mateo 7:6): “No le des a los perros lo que es sagrado, no le arrojes tus perlas a los cerdos”. En caso de ser verídica esta historia, no creo que sea difícil imaginarse el desenlace para los pobres monjes después de semejante respuesta.
Al salir de la biblioteca, nos encontramos con el campanario, mandado construir en 1245 por el Padre Hamazasp.
Campanario de Haghpat con las montañas de fondo
Era momento de volver a coger el coche para ir por las serpenteantes carreteras de montaña de Armenia. De pronto, después de una curva, vimos las imponentes murallas que protegen al monasterio Akhtala.
El monasterio Akhlata es del siglo XIII, pero sus murallas son aún más antiguas
Las murallas son anteriores al monasterio, ya que pertenecían a una antigua fortaleza que fue construida por los hermanos Kiurike y Smbat para proteger sus monasterios Sanahin y Haghpat de la amenaza de los selyúcidas. Como sabemos, esto no daría mucho resultado, ya que los selyúcidas arrasaron con esta fortaleza y ambos monasterios, quedándose en la región durante un siglo aproximadamente, hasta que llegaron otros hermanos, los Zakaría, para liberar el territorio y volver a instaurar el cristianismo.
Y es aquí donde uno de los hermanos, Ivane, construye el monasterio sobre las ruinas de la fortaleza.
Al monasterio Akhtala se entra por la antigua muralla
Los hermanos toman diferentes caminos. Zakare, más conservador y nacionalista, decide continuar protegiendo y potenciando a la iglesia armenia, aquella que él creía representaba a la verdadera fe. Por otro lado, el pragmático Ivane decide convertirse al cristianismo georgiano, ya que en esta época la reina Tamara de Georgia representaba a la corte más poderosa de todo el cáucaso. La iglesia georgiana seguía el credo del imperio bizantino desde el concilio de Calcedonia en 451, donde se estipuló que la naturaleza de Cristo comprendía 2 naturalezas (humano y divino) unido en una sola persona, mientras que la iglesia armenia no estuvo de acuerdo con esto y consideraron que Cristo tenía una única naturaleza (que es humana y divina a la vez).
Las iglesias bizantinas, y por ende georgianas, se distinguen por tener gran número de frescos en su interior. Y es por eso que en el monasterio de Akhtala podemos ver unos impresionantes murales que te dejarán con los ojos abiertos.
Los frescos de Akhtala representan escenas del antiguo y nuevo testamento
En estos frescos podemos ver a Cristo sentado en un trono entre otros santos
Los frescos del monasterio Akhtala son descritos como uno de los mejores ejemplos de arte bizantino fuera de las históricas fronteras del imperio bizantino.
Imágenes de santos
Una curiosa imagen de hombres persas con turbante. Se desconoce si es la representación de nobleza persa en escenas bíblicas, o si se pintaron para en caso de invasión persa no fueran a destruir los murales
Todos los murales fueron mandados pintar por Ivane entre 1205 y 1216.
Sobre el altar, la figura de Cristo con la cara raspada
Escenas bíblicas y figuras de santos
Altar de Akhtala con los 12 apóstoles pintados
Exterior de la iglesia Astvatsatsin, que conserva sus frescos, en el monasterio Akhtala
Fuera de la iglesia se encuentra una pequeña capilla que se piensa conserva los restos de Ivane y su hijo Avag.
Capilla con los restos de Ivane y al fondo la iglesia
Todo el trabajo de recuperar las tierras le costó sudor y sangre a los hermanos Ivane y Zakare. Serían sus hijos, Avag y Shahsnan, quienes perderían el reino ante los mongoles, y quienes comandarían a los ejércitos armenios y georgianos, pero bajo las órdenes mongolas.
En Akhtala se encuentran los restos de una antigua iglesia, celdas para los monjes y bodegas.
Hasta aquí había llegado nuestro día de hoy. Era momento de continuar conduciendo por las montañas y ahora dirigirnos hacia Dilijan, una pequeña hermosa ciudad que se encuentra en las montañas boscosas de Armenia.