Día 11: de camino a Tozeur
Todo el día de hoy lo dedicaría también al camino. Dejaría la costa para ir a Tozeur, un pequeño oasis del otro lado de Túnez, cerca de la frontera con Argelia.
A las puertas de Tozeur, tienes que cruzar el temible Chott el Djerid, un enorme lago salado que se seca cada verano. Es la placa de sal más grande de todo el Sahara.
Es tan majestuoso e impresionante este lugar, que Julio Verne habló de él en su última novela La invasión del mar. A la vez, este paraje tan temible e inhóspito sólo podría ser el lugar de nacimiento de una poderosa diosa guerrera, según las crónicas griegas: Atenea.
Ahora tenía que atravezar Chott el Djerid, que tiene una superficie de 7.000 km2 y la temperatura puede estar por encima de los 50 grados. Lo único que deseaba es que el vehículo en el que iba no se estropeara y no tuviera la misma suerte que los de ese autobús.
