Día 8: Mrauk-U, simplemente sigue sorprendente
La luz del sol entró por la ventana de mi habitación. Al final durante la noche anterior nada sucedió. Así que desayuné en el hotel con la agradable familia que cuidaba el hotel y me enfilé hacia el este de Mrauk-U a ver unos templos que se encontraban un poco más alejados de todo pero todavía a distancia caminable.
Después de una media hora aproximadamente andando me encontré con Pharaouk Paya, un pequeño templo ya bastante comido por la vegetación.
Siguiendo por el camino y pasando por el arroyo Aleze, llegué al Peisi Daung Paya, otro templo que se encuentra en lo alto de una pequeña colina, que también la vegetación exuberante se está encargando de cubrir poco a poco.
Peisi Daung Paya es un pequeño templo que se encuentra en estado bastante ruinoso donde ya ni siquiera existe el techo. Se cree que este templo es anterior al Reino de Mrauk-U, por lo que sería anterior al siglo XV.
Después de aquí me dirigí al impresionante Kothaung Paya, el templo más grande de Mrauk-U. El nombre del templo significa “el templo de las 90.000 imágenes del Buda”. Fue construido en 1553 por el rey Min Dikkha, hijo de Min Bin, aquél otro rey que construyó Shite-Taung, descrito más arriba, que significaba “templo de las 80.000 imágenes de Buda”. Aparentemente su hijo quiso obtener más méritos así que construyó un templo con supuestamente 10.000 imágenes más.
El templo es uno de los más impresionantes que vi en Mrauk-U y en todo mi viaje.
Para incrementar el encanto, las lluvias del monzón volvieron a llegar sin avisar, por lo que corrí hacia adentro del templo. La experiencia fue impresionante. Estaba en una de las entradas laterales del templo, protegido por su techo de piedra, mirando hacia el exterior del templo viendo cómo la lluvia golpeaba con fuerza estas centenarias piedras. Era una escena increíble y sumamente pacífica. No era consciente todavía que a mis espaldas tenía otra escena aún más evocadora. Tenía un pasillo casi obscuro totalmente, iluminado tan solo por aquella luz del día que alcanzaba a penetrar, esperando a que entrara.
Entré. Y como todavía me encontraba cerca del exterior, alguna luz se colaba y me permitía divisar figuras adentro.
Continué andando por el pasillo, que se volvía más oscuro a cada paso que daba. Para andar tenía que tocar la pared a tientas para guiarme, hasta que decidí utilizar la luz del flash de la cámara para poder ver aunque fuera un segundo. Sin ver nada, hice una foto con flash dentro del templo para ver qué había, ¡y sorpresa! ¡Estaba llena de pequeñas imágenes labradas del Buda por todas partes!
¡Tenía 5.320 m2 de templo para mí solo para explorar! Como había dicho antes, cuando estuve en Mrauk-U no había ni un solo turista, y este templo, al estar un poco más alejado del pueblo, no había ni siquiera locales.
Seguí caminando por el negro pasillo, y después comenzó a entrar luz. El pasillo gira alrededor de un patio central formando un cuadrado, con pedazos bajo techo y otros al aire libre, puesto que el techo en esos pedazos se derrumbó. Estar en este templo solo era como sentirse un niño jugando a ser Indiana Jones.
El sitio se iba poniendo cada vez más mágico e impactante…
Para nada me importó esperar dentro de este lugar hasta que la lluvia ameinara. Una vez que dejó de llover, salí para explorar la parte exterior del templo.
Y con este templo había terminado mi día de hoy y mi periplo por Mrauk-U, una ciudad que por un lado espero que mucha gente tenga la oportunidad de conocer sus misteriosos templos, pero por otro lado, desearía que la ciudad se conservara así de auténtica.