Día 6: 27 horas en el autobús
Yangón tiene 2 estaciones de autobuses que se encuentran bastante alejadas de la ciudad (desde el centro puede ser una hora en taxi, unos 7.000 MKK - 3,15 € para llegar a cualquiera de las dos). Y el autobús hacia Mrauk-U sale a las 8 de la mañana. Por lo tanto, te sugiero que compres el billete con anterioridad. Cuando yo fui a Birmania no se podían comprar por Internet, por lo que el día anterior a mi desplazamiento me dirigí a las oficinas de empresas de autobuses, que están en frente de la estación de tren de Yangón. El billete de autobús hacia Mrauk-U me costó aproximadamente 66.800 MKK (30 €). Y salen de la estación Aung Mingalar High Way Bus Station.
Cuando yo llegué a la estación de autobuses, era muy temprano y la estación, al aire libre, era ya una cacofonía de olores y sonidos de gente gritando, de motos y otros vehículos de motor pasando ruidosamente. Uno se abre paso entre frutas, perros, gente, taxis y autobuses, para encontrar el suyo. Después, entre decenas y decenas de autobuses estacionados lo que para el ojo extranjero parece al azar, finalmente encontré el mío gracias a la ayuda de un local.
Como todavía tenía tiempo tuve que esperar a que el autobús estuviera listo para salir. Muy extrañamente, nos tenían a todos los futuros pasajeros acomodados en unas sillas de plástico, dispuestas en fila como si estuviéramos en el teatro, y en lugar de un escenario estaba el autobús y su conductor lavando el coche. Vaya espectáculo. Aunque era muy temprano y la mañana estaba nublada, el calor ya comenzaba a sentirse, y con él la humedad. Ante el más mínimo movimiento, o incluso sin él, la gota ya se sentía comenzar a escurrir por la sien.
“¡Mrauk-U! ¡Mrauk-U!” Gritaba finalmente el conductor. Parecía que ya nos íbamos. Mis 27 horas de viaje darían comienzo.
De este día contaré poco. Pero que no se considere mi falta de palabras a la falta de belleza con el paisaje birmano. Nada más alejado de la realidad. Dejo solo aquí unas fotos al lector, y el resto que su imaginación sea la que llene los huecos.